El aparato judicial acusa de terrorista al Jesús inocente

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Jesús de Nazaret es perseguido, detenido, acusado de bandolero, juzgado, torturado, condenado y ejecutado como terrorista. Así es según la ley impuesta por el establishment de su pueblo (grandes sacerdotes y notables) con la colaboración de las fuerzas militares y de ocupación de la Roma imperial (gobernador Pilato).

2.- Establishment y colaboracionistas utilizan las sucias cloacas del estado. “Los sumos sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban una falsa declaración contra Jesús para hacerle morir, pero no encontraron ninguna, aunque se presentaron muchos falsos testigos” (Mateo 26, 59).

3.- Con motivo de la Pascua, el gobernador puede dejar libre al preso que la gente quiere. “¿Quién quiere que deje libre, Barrabás o Jesús, el llamado Mesías? (…) Los sumos sacerdotes y los notables convencieron a la gente de que dejaran libre a Barrabás e hicieran matar a Jesús” (Mateo 27, 15-20). ¿Quién es Barrabás? “Había un tal Barrabás, encarcelado con los sediciosos que habían cometido un asesinato durante los disturbios” (Marcos 15, 6)… “Barrabás estaba encerrado en prisión por unos disturbios ocurridos en la ciudad y por asesinato” (Lucas 23 , 19)

4.- Jesús (hombre bueno y justo, comprometido con la bondad y la justicia) es tratado como un asesino. Le acusan de “descarriar a nuestro pueblo, (…) de sublevar al pueblo con sus doctrinas por todo el país de los judíos, desde Galilea, donde empezó, hasta aquí” (Lucas 23, 1-5) .

5.- Jesús propone y quiere un cambio radical de la situación establecida (= desorden establecido) desde el fondo del corazón. La causa de la muerte de Jesús queda bien indicada en la cruz en la que es crucificado. “Encima de su cabeza habían puesto escrita la causa de su condena: “Éste es Jesús de Nazaret, el rey de los judíos”” escrito en hebreo, griego y latín. (Mateo 27, 37)”. El pacífico Jesús es acusado de violento, de subversivo y de fomentar el terror según quienes le condenan y por eso es colgado entre dos hombres violentos. “Junto con él fueron crucificados dos bandoleros, uno a la derecha y otro a la izquierda” (Mateo 27, 37-38).

6.- Vale la pena dejar constancia de lo que Joseph Ratzinger / Benedicto XVI reflexiona sobre estos acontecimientos en la segunda parte del libro “Jesús de Nazaret” y en el capítulo 7 titulado “El proceso de Jesús”. El Papa Ratzinger hace unas consideraciones sobre este procesamiento aplicables en todas partes y siempre, también en España y Catalunya. “En Jesús aparece el ser humano como tal. En él se manifiesta la miseria de todos los golpeados y llagados. En su miseria se refleja la inhumanidad del poder humano, que aplasta así al impotente (…) Pilato se sienta en el sitial del juez y profiere la sentencia de muerte. Sabía que ese Jesús no era un delincuente político y que debía ser absuelto (…) Como prefecto, él representaba el derecho romano sobre el que se basaba la pax romana, asegurada con el poder militar. Pero con el poder militar, solo, no se puede establecer paz alguna. La paz se fundamenta en la justicia (…) Una absolución del inocente podía hacer daño a él personalmente y podía provocar ulteriores molestias y desórdenes a evitar. La paz fue en este caso para él más importante que la justicia (…) Así quizá calmó su conciencia. De momento, todo pareció ir bien. Jerusalén permaneció tranquila. Pero el hecho de que la paz, en última instancia, no puede ser establecida contra la verdad, debía manifestarse más tarde”.

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