PUNTO. El borbónico y juancarlista Pedro Sánchez, se jacta de que el con su Gobierno «se está normalizando la vida en Catalunya».
CONTRAPUNTOS. El actual presidente del Gobierno español es un «pocavergonya» sea dicho en catalán. “Pocavergonya: desvergonyit. Desvergonyit: que parla o obra amb desvergonyiment, que no te vergonya” (Diccionari de la llengua catalana).
Este personaje no tiene vergüenza cuando dice que su Gobierno normaliza la vida en Catalunya. Es todo lo contrario. El Gobierno Sánchez mantiene a demócratas catalanes en el exilio que viven en libertad en la Unión Europea mientras que son considerados peligrosos criminales por el régimen español. El Gobierno Sánchez boicotea la fantasmal mesa del diálogo que deja sistemáticamente en ridículo a ER que le da apoya parlamentario a cambio de nada. El Gobierno Sánchez espía independentistas y a sus abogados en lo que es una clara violación de los derechos y libertades de las personas y de los pueblos. El Gobierno Sánchez pone en marcha acciones en Catalunya y en España contra el catalán y su presencia en las escuelas, en la sociedad y en su proyección internacional. Ésta es la tenebrosa normalidad que Pedro Sánchez quiere para Catalunya.
La actuación y el discurso de Pedro Sánchez perjudica la convivencia en Catalunya, haciendo disfrazado de «progre» el trabajo que harían los ultras. Hay que recordar la frase atribuida a Josep Pla: «Lo que más se parece a un español de derechas es un español de izquierdas». Lo que más se asemeja a Salvador Illa (diputado del PSOE en el Parlament) es Ignacio Garriga (diputado de VOX en el Parlament). Evidentemente, Illa, Garriga y Gabriel Rufián no visitan Waterloo. Prefieren que vayan los espías de las cloacas del estado.
Lo que Pedro Sánchez debería hacer es frenar el crecimiento de ultra VOX en España. Su crecimiento en Catalunya, la Cataluña soberanista, está mucho más y mejor frenado. Ésta es otra diferencia entre España y Catalunya.