“Pedro Sánchez ha visitado a Zelenski en el infierno de Kyiv, aunque varios de sus ministros no han condenado los bombardeos de Putin. Rarezas democráticas” se escribe en la crónica “Los sustos de la democracia”, de Lluís Foix. Lo que es una rareza, ¿o quizás no?, es que Sánchez no condene el espionaje que bombardea el independentismo catalán democrático y pacífico. También debería ser una rareza para los demócratas españoles que la Fiscalía del Estado no actúe para esclarecer los delitos y los responsables del Catalangate que a su vez es Eurogate aunque sea porque hay eurodiputados catalanes espiados por España. La pasividad del Gobierno Sánchez y de la fiscalía es escandalosamente significativa.

2.- De hecho, los conflictos Rusia/Ucrania y España/Catalunya muestran que existe un común denominador entre Vladimir Putin y Pedro Sánchez. Ambos actúan guiados por el dogma ultranacionanista del “Todo por la patria”. Todo vale para defender la «patria». El “Todo por la patria” putinesco justifica la guerra del Kremlin contra Ucrania y violar los derechos y libertades de las personas y de los pueblos. El “Todo por la patria” gonzaliano justifica la represión y el espionaje de la Moncloa contra el independentismo catalán democrático y pacífico y la violación de los derechos y libertades de las personas y de los pueblos.

3.- La ministra de Defensa, Margarita Robles (que tan bien cae a VOX, CS y en los sectores ultras de PSOE y PP) ha reconocido en el Congreso, sin darse cuenta, que hay espionaje y que el Gobierno español es responsable. Una Robles nerviosa, a la defensiva e intentando contra atacar, ha afirmado: “¿Cómo no se va a espiar cuando se vulnera la Constitución? ¿Qué debe hacer un estado cuando alguien declara la independencia?”. Margarita Robles justifica así el espionaje, la guerra sucia, las cloacas del estado, la violación de los derechos y libertades de las personas y de los pueblos, el “Todo por la patria”. Y Pedro Sánchez es responsable y cómplice si no cesa a Margarita Robles.