El Catalangate / Eurogate (el espionaje de España afecta a eurodiputados catalanes y a las libertades de Catalunya y la Unión Europea) tiene el precedente de un polémico escándalo de espionaje en torno a Josep Borrell (PSOE) como ministro de Exteriores y que ahora es el desacreditado representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Segurado.
2.- Borrell fue considerado por ERC y Junts como responsable del espionaje perpetrado contra delegaciones de Catalunya en capitales europeas como Berlín, Londres y Ginebra. Los partidos liderados por Carles Puigdemont y Oriol Junqueras presentaron una petición conjunta en el Congreso pidiendo explicaciones a Borrell.
3.- La actual presidenta del Parlament, Laura Borràs, que entonces era portavoz de Junts afirmó: “El informe que el ministerio de Exteriores ha enviado al TSJC recoge información precisa y llamadas telefónicas a las delegaciones de la Generalitat. Una función que parece propia del CNI y del ministerio de Interior para espiar fuerzas políticas en una actuación que se asemeja mucho a la impulsada por Jorge Fernández Diaz como ministro del PP”. Pero la petición de comparecencia de un cobarde Borrell fue rechazada (29/07/2019) por el cuatripartito españolista (PSOE, PP, VOX, Cs).
4.- El asunto de espionaje volvió a plantearse (julio 2021). Microsoft informó que los servicios de inteligencia españoles, a través de móviles y ordenadores, habían espiado a más de un centenar de personas en Catalunya. Entre los espiados figuraban Carles Puigdemont, Jordi Puigneró, Roger Torrent, Ernest Maragall, Sergi Miquel, Anna Gabriel y gente de su entorno.
5.- Hay que tener en cuenta que Borrell tiene un siniestro precedente personal y político. Josep Borrell aseguró (13/09/1998) que defender a José Barrionuevo (ministro de Interior) y a Rafael Vera (secretario de estado de Seguridad), condenados por el terrorismo de estado de los GAL “forma parte de mi proyecto de futuro”. ¡Ondia, terrible! Es el propio Borrell que, en un mitin de la franquista Sociedad Civil Catalana, apeló a “desinfectar” a Catalunya para curarla de la enfermedad del independentismo”. ¡Ondia, terrible”!