Una pregunta radiofónica a la exiliada y europarlamentaria Clara Ponsatí sirve para manipular diabólicamente su independentismo. La independencia de Catalunya, ¿vale una vida humana? Puede ensancharse este interrogante. La independencia ucraniana, ¿vale una vida humana? El imperialismo ruso, ¿vale una vida humana? La unidad del régimen español, ¿vale una vida humana?
2.- De las declaraciones de Ponsatí, que acaba de publicar “Muchos y nadie” (La Campana), se extraen unas consideraciones… “Los únicos responsables de la violencia son los violentos, no quienes la reciben”. “Renunciar a la independencia por miedo a los violentos hace que siempre manden los violentos, y que se vuelvan más violentos”. «La independencia de Cataluña no necesita de ninguna violencia».
3.- «Cada uno debe saber qué coste debe estar dispuesto a pagar”, añade Ponsatí. No se refiere a sus adversarios políticos ni les impone nada por la fuerza. Habla del sacrificio vital y personal que, por ejemplo, ella, los presos, los indultados de aquella manera, los exiliados, los perseguidos políticos catalanes están dispuestos a asumir. Mensaje en síntesis: entregar la propia vida no tiene nada que ver al tomar la vida de los otros.
4.- Clara Ponsatí mantiene su compromiso cívico y el alto nivel cultural que tuvo en el Departament d’Ensenyament (2017). La consellera, como mujer clara y libre, ha destacado la labor de las instituciones eclesiales y religiosas en los ámbitos educativo y social en Catalunya. Seguro que conoce de textos evangélicos que animan a exiliados, presos, perseguidos e indultados de aquella manera a mantener una postura sacrificada, digno, pacificadora, esperanzada y liberadora.
5.- “Felices los perseguidos por ser justos, porque de ellos es el Reino de los Cielos (…) Felices vosotros cuando, por mi causa, os insultarán, perseguirán y esparcirán contra vosotros todo tipo de calumnias. Alegraros y celebrarlo, porque vuestra recompensa es grande en el cielo” (Mateo 5, 3-12). / “Si el grano de trigo, cuando cae en la tierra, no muere, queda él solo, pero si muere, da mucho fruto. Los que aman la propia vida, la pierden, y los que no la aman en este mundo, la guardan para la vida eterna” (Juan 12, 24-25). / “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos» (Mateo. 20, 28) / “Jesús les dijo: Ya sabéis que los gobernantes de las naciones las dominan como si fueran amos y que los mayores las mantienen bajo su poder. Pero entre vosotros no debe ser así: quien quiera ser importante en medio de vosotros, que se haga su servidor, y quien quiera ser el primero que se haga vuestro esclavo” (Mateo 20, 25-27)