PUNTO. La victoria definitiva (?) de la represión es alimentar la polémica sobre la respuesta de Laura Borràs y no la injerencia judicial española contra la soberanía del Parlament, según escribe Pere Martí Colom. De acuerdo. Pero Oriol Junqueras (ER), que cada vez más muestra su dependencia servil del borbónico y juancarlista Gobierno PSOE / Podemos que preside Pedro Sánchez, alimenta esta polémica en torno a la presidenta del Parlament, Laura Borràs (Junts), a quien ve como una sólida adversaria electoral. Así es aunque Junqueras dijo un día en público de sí mismo que «yo soy una buena persona y lo sabe todo el mundo». ¡Ondia!.
CONTRAPUNTO.- Qué contraste entre la “buena persona” de Oriol Junqueras y el diputado Pau Juvillà (CUP), defenestrado injustamente por la JEC (Junta Electoral Central), que vuelve a invadir la soberanía del Parlament de Catalunya. Laura Borràs lamenta las «intoxicaciones» de estos días y se compromete a dar explicaciones. Y el cupaire Juvillà da una lección a Junqueras de carácter democrático, independentista y estratégico. Juvillà plantea tres actuaciones a seguir. Continuar con la defensa jurídica de su caso. Denunciar los hechos desde la política. Construir una unidad independentista anti represiva. Afirma: “No es el momento de reproches entre los partidos independentistas ni de decir quién es el bueno y quién es el malo. No podemos permitirnos echarnos los platos por la cabeza”.
El diputado Pau Juvillà y la presidenta Laura Borràs han mostrado estos días expresiones de apoyo y complicidad.