El Govern del Consell per la República, presidido por Carles Puigdemont, toma postura sobre la orden del Tribunal Supremo español para que la enseñanza en Catalunya sea en castellano al menos el 25% de las horas de docencia.
1. La sentencia del TSJC contra el modelo de inmersión lingüística es un ataque directo al principal eje vertebrador de Catalunya como nación. La inmersión lingüística es un modelo que cuenta con el apoyo de la mayoría política, social y pedagógica del país, puesto que es fruto de un consenso político y social consolidado en los últimos cuarenta años. Atacar la inmersión lingüística es atacar la cohesión social y la igualdad de oportunidades de nuestro país. Cuando el estado español ataca de manera sistemática nuestra lengua lo hace para debilitar tanto nuestra cohesión social como nuestra construcción nacional.
2. Esta sentencia del TSJC es el resultado de un recurso del gobierno español, llevado a cabo a través de la abogacía general del estado, a unas cuantas resoluciones del Departament de Educación en materia de uso de las lenguas vehiculares en el enseñanza.
3. Reafirmamos que sólo con la República catalana podremos garantizar la supervivencia del catalán. Sin embargo, en el impasse hasta convertirse en un estado independiente, ahora, más que nunca, necesitamos la firmeza de las instituciones catalanas y del conjunto de la sociedad para forjar una actitud colectiva de obediencia al derecho de defender la lengua propia, incompatible con la obediencia de la sentencia al Tribunal Supremo.
4. Instamos al Govern de la Generalitat a hacer cumplir el Estatut de autonomía, la Ley de política lingüística y la Ley de educación, especialmente en lo que hace referencia a la protección de nuestra lengua y en todos los ámbitos de la sociedad catalana. En consecuencia, el Govern de Catalunya no se puede resignar a hacer cumplir esta sentencia y debe blindar a los profesionales de la educación y las familias catalanas para que puedan proseguir su ingente labor de defensa y protección de nuestra lengua en el sistema educativo y en la vida social en general.
5. El Consell insta a las instituciones Catalanas a impulsar iniciativas en el ámbito legislativo y ejecutivo con el fin de revertir la tendencia actual del catalán, especialmente en educación, salud, policial, judicial, comunicación y el audiovisual.
6. El Consell se reafirma en que “la lengua propia de Catalunya es el catalán. Como tal, el catalán es la lengua de uso normal y preferente” y por eso urge la proactividad desde las instituciones, partidos y entidades de la sociedad civil en el impulso de un gran pacto de país que urga a revertir actual situación de bajón del uso del catalán.
7. El Consell hace un llamamiento a la movilización sostenida de la sociedad civil en defensa de nuestra lengua y cultura, tanto en el espacio público como en la esfera privada, desde la convicción de que esta defensa está estrechamente vinculada con la lucha democrática por la independencia. Hoy tenemos aún más razones para terminar lo que empezamos en octubre de 2017. Desde el Consell seguiremos trabajando para poner las bases institucionales para preparar el desbordamiento democrático del Estado y la defensa de la lengua, como base de la nación política , forma parte de esta preparación. Por eso, nos ponemos a disposición del conjunto de la sociedad civil catalana para hacer un frente común en defensa de nuestros derechos políticos y lingüísticos como comunidad nacional.
8. Constatamos una vez más que el proyecto de la construcción nacional española se sustenta sobre el modelo de asimilación y, por tanto, tiene como objetivo último la desaparición de Catalunya como nación. La única vía realista de supervivencia es convertirse en un estado independiente. Sólo la constitución de la República catalana Independiente salvará nuestras palabras.
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