El 1 de octubre de 2017 presenta dos modelos de sociedad y de nación que se confirman en estos últimos cuatro años. España contra Catalunya. Anexionismo represor contra soberanismo. Imposición sin urnas contra propuesta con urnas. Es decir, el anexionismo o unionismo español, que se auto califica de constitucionalista, impone la represión e intenta confiscar urnas con porras contra el soberanismo con urnas y sin porras. La imagen picassiana del Guernica, con las precisiones adecuadas, es aplicable a la situación vivida por el pueblo catalán.

2.- El soberanismo y el independentismo catalán expresa el 1 de octubre en las urnas que la relación entre Catalunya y España debe basarse sobre la democracia, la libertad, la solidaridad, los derechos de las personas y los pueblos incluido el de la auto determinación, la amnistía y el mutuo respeto a la soberanía de ambas naciones.

3.- Ante este planteamiento radicalmente democrático del catalanismo, que en el siglo XXI es mayoritariamente independentista según los resultados electorales, se levanta un muro españolista de derechas, izquierdas y quintacolumnistas. Contra la liberación soberanista hay la imposición de quienes confiscan urnas o las rompen según el estilo fascista de José Antonio Primo de Rivera. Existe la monarquía impuesta por el dictador Franco Franco en la persona de Juan Carlos, hoy huido por oscuros asuntos financieros y de faldas. Existe el borbónico y juancarlista Pedro Sánchez con su «nunca jamás» a respetar los derechos y las llibertades de todas las personas y de todos los pueblos. Existe el Monoaznar delirante que defiende la Monoespaña, el Monolingüismo, la Monocultura, el Monofranquismo, el Monohispánico, El Monoterritorial, el Monojudicial con los inefables Monomarchena y Monollarenas …

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