Textos de la prensa unionista aseguran que lo ocurrido en Catalunya en la última década tiene poco de épico. ¿Es que las décadas del franquismo, que aún vive en las estructuras del actual régimen, fueron y son épicas? «Épico: Digno de ser el asunto de una epopeya» (Diccionario de la lengua catalana).
2.- ¿Y que ha pasado en la España constitucional en la última época? La fuga de Juan Carlos I (impuesto como rey por el dictador Francisco Franco y padre de Felipe VI) por oscuros asuntos financieros y de faldas no es épica. Discursos de Felipe VI y situaciones de la familia real no son épicos. El PSOE gobernante que renuncia a su teórico republicanismo y avala los borbones y el juancarlisme no es épico. El fracaso histórico del federalismo español que no está ni se le espera no es épico. La represión judicial, policial y las cloacas del estado todavía el 2021 no es épico. El descrédito internacional del aparato judicial español (Tribunal Constitucional Tribunal Supremo, Tribunal de Cuentas …) no es épico. Unos medios de comunicación condicionados por subvenciones por parte de las administraciones no es épico. La ofensiva por parte del régimen español contra los exiliados políticos catalanes, como su bestia negra Carles Puigdemont, que viven en libertad en la Unión Europea no es épico.
3.- Lo que es épico es el legítimo planteamiento del soberanismo catalán democrático y pacífico. El independentismo quiere una relación con España que no implique la subordinación sucursalista de Catalunya en los ámbitos institucional, económico, social cultural, lingüístico, internacional. Una dependencia aceptada por el quintacolumnismo.
4.- El soberanismo independentista propone -no impone- una relación entre Catalunya y España basada en la democracia, la libertad, la solidaridad, el respeto a la voluntad del pueblo expresada en las urnas y también el mutuo respeto a la soberanía de ambas naciones. Este independentismo, a pesar de dificultades y deficiencias, es respetable, ético y épico.