1.- La confrontación pacífica se da en la calle, en las instituciones y en las urnas en las democracias. La confrontación es perseguida por los aparatos judiciales y policiales en las dictaduras.
2.- El principal agente de la unilateralidad en el régimen español es el presidente Pedro Sánchez con su «nunca jamás» que impone a la llamada «mesa de diálogo» (?) Entre los Gobiernos de Catalunya y España.
3.- El borbónico y juancarlista Pedro Sánchez ya ha respondido con el «nunca jamás» a las reivindicaciones del legítimo Govern soberanista catalán. «Nunca jamás» a acabar con la represión y las cloacas del estado. «Nunca jamás» a admitir el derecho universal de autodeterminación aunque sea posible según la Constitución (artículo 10.2) y conste en el BOE (1977/10733). «Nunca jamás» a la amnistia, que no està prohibida en la Constitución. «Nunca jamás» a respetar la voluntad libre de los catalanes expresada en las urnas, urnas a confiscar a la fuerza y de forma unilateral por el régimen español como sucedió el 1 de octubre. Ya lo sentenció el fascista José Antonio Primo de Rivera: «El ser rotas es el más noble destino de todas las urnas». «Rotas» o confiscadas antes que la ciudadanía vaya a las urnas a votar sobre el futuro de su pueblo.
4.- «Nunca jamás» sanchista a la propuesta independentista de establecer una relación entre Catalunya y España basada en la democracia, la libertad, la solidaridad, el mutuo respeto a ambas soberanías. Y es que el independentismo catalán no va contra España. Es el centralismo español lo que perjudica a Catalunya en los ámbitos institucional, social, económico, cultural, lingüístico, internacional… Este centralismo también perjudica la democracia del régimen español.