1.- Represión, prisión, exilio forzado, instituciones españolas con adn franquista, cloacas del estado, terrorismo de estado de los GAL no resuelven el conflicto histórico y actual entre Catalunya y España.
2.- La resolución del conflicto pasa por el diálogo … dialogando sobre todo … desde el aeropuerto al derecho de autodeterminación y la amnistía. Y pasa por las urnas, no por las encuestas, y el respeto a los resultados electorales. En Catalunya hay un Govern independentista fruto de una mayoría de votos y de escaños. La minoría unionista no puede imponerse por la fuerza ni de forma unilateral.
3.- La experiencia demuestra que muchos pueblos que formaron parte de la Corona española se han independizado. Ninguno de estos pueblos ha querido volver a depender del régimen español … ni que este régimen fuese monarquía, o república, o dictadura, o democrático, o de derechas o de izquierdas. El régimen español, también ahora desde PSOE y Podemos hasta VOX, tiene que aceptar la realidad de estos pueblos independientes. Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, El Salvador, Filipinas, Cuba, México … y un largo etcétera.
4.- El catalanismo es plural. O españolista. O federal, aunque es un fracaso porque nunca ha federado nada ni desde la oposición ni desde el gobierno. O autonómico, pero que ya no da más de sí. O independentista que es tan legítimo como los demás. La hipotética mitad de los catalanas unionistas no pueden ser anexionistas y secuestrar a la mitad, o más de la mitad, de los catalanes soberanistas.
5.- Tres razones, como mínimo, avalan la legitimidad del independentismo. Primera, si el soberanismo es la voluntad de la ciudadanía catalana expresada en las urnas. Segunda, el artículo 10: 2 de la Constitución. «Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos». Esta Declaración, que defiende el derecho de autodeterminación, prevalece sobre la Constitución española. Tercera razón, el Boletín Oficial del Estado. El BOE (1977/10733) asume el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos aprobado por Naciones Unidas en Nueva York. El primer punto de este pacto establece: «Todos los pueblos tienen el derecho de autodeterminación».
6.- Los contrarios al independentismo catalán intentan descalificarlo. Hablan de separatismo insolidario y de una reivindicación que hoy no tiene sentido. Pero ningún pueblo independiente renuncia a su soberanía en pleno siglo XXI. Los países similares a Catalunya en extensión y en población, además, figuran entre los más civilizados en todos los sentidos. El independentismo catalán defiende los derechos y las libertades de Catalunya. No va contra España ni contra los españoles. El aliento vital del independentismo consiste en proponer que entre Catalunya y España haya una relación basada en la democracia, la libertad, la solidaridad y el respeto mutuo a la soberanía de ambos pueblos.