1.- Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias, al margen de si son creyentes o no, llevan los nombres de personajes determinantes en la vida de Jesús de Nazaret y en las primeras comunidades eclesiales. Vale la pena centrarse hoy en el político que ocupa la Moncloa, que es el Palacio de la Moncloa y no una «casa del pueblo».
2.- Si Pedro Sánchez leyera el Evangelio de Mateo encontraría dos episodios con texto impactante. «Jesús dijo a Pedro; ¡Vete de mí, Satanás! Me quieres hacer caer, porque no ves las cosas como Dios, sino como los hombre » (Mateo 16, 23). Jesús propone un Dios solidario y liberador. Un Dios, con terminología aplicable aquí y ahora según la Doctrina Social de la Iglesia, que propugna el respeto de los derechos y las libertades de todas las personas y de todos los pueblos.
3.- El otro episodio evangélico deja constancia de que Pedro niega tres veces a Jesús en el momento en que su maestro es detenido por decisión conjunta de la cúpula religiosa de su pueblo y del poder imperial romano. «Al instante cantó el gallo. Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces» (Mateo 27, 74).
4.- El establishment romano-judío de aquella época es un referente del actual régimen español. De las numerosas negaciones de Pedro Sánchez pueden destacarse tres. Una es la negación del teórico carácter republicano del PSOE. Este partido avala más que nadie la monarquía impuesta por el dictador Francisco Franco en la persona de Juan Carlos I y justifica su fuga por motivos financieros y de Corinavirus. Otra negación es la del carácter teóricamente federal del PSOE. Este partido no federa nada ni desde la oposición ni desde el Gobierno sino que impulsa una fuerte centralización institucional, política y económica.
5.- Y la tercera negación de Pedro Sánchez está relacionada con la democracia. Un demócrata nunca puede violar los valores democrático y elogiar, por un puñado de votos, el «sentido de estado» de un partido fascista como VOX.