El español Josep Borrell es un político arrogante que, debido a su cargo europeo, se ve obligado, a regañadientes y en contra del Gobierno español, a aceptar la independencia de Kosovo.
1.- Josep Borrell asegura (El País 09/13/1998) que defender José Barrionuevo (ministro de Interior) y Rafael Vera (secretario de estado de Seguridad), condenados por terrorismo de estado, forma parte de su proyecto de futuro. Textualmente: «La solidaridad con estos compañeros va irrenunciablemente unida a nuestro proyecto de futuro». Palabras dichas cuando Barrionuevo y Vera fueron condenados por su implicación con los GAL, grupos armados parapoliciales que practicaron la guerra sucia o terrorismo de estado.
2.- Ahora este turbio personaje, destacado activista contra el soberanismo catalán democrático y pacífico, se encuentra ante una realidad que no puede rehuir, Kosovo. Sigue la síntesis de una crónica de www.elnacional.cat.
3.-Kosovo es un asunto incómodo para España pero aún más para Borrell que, como alto representante de la Unión Europea, se ve obligado a defender una postura contraria a la de su país, gobierno y partido, que es la independencia de este país.
4.- Ahora Borrell no puede hacer nada más que quedar en evidencia cuando, como máximo responsable diplomático de la UE, reconoce un país que declaró su independencia unilateralmente, pero que España insiste en hacer ver que no existe. Borrell ha anunciado que se reunirá con el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti. Ya ha tenido un encuentro con el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, a quien le ha pedido diálogo para resolver el conflicto entre ambos países. Si este conflicto existe y es reconocido por las instituciones europeas es por la DUI que los kosovares hicieron en 2008 y que ha sido avalada por el Tribunal Internacional de Justicia, que negó que hubiera violado la soberanía de Serbia.
5 .- «Animo el presidente Vucic a continuar por este camino para alcanzar un acuerdo completo y jurídicamente vinculante sobre la normalización de las relaciones entre Serbia y Kosovo. Necesitamos que el proceso continúe y produzca resultados», dice ahora Borrell que, a regañadientes y contra la postura española, defiende la soberanía kosovar, ya que la mayoría de miembros de la UE quieren que Serbia ponga fin al conflicto reconociendo la independencia del país. Kosovo es uno de las peores pesadillas de Borrell ya que le obliga a reunirse con dirigentes que el Gobierno español no reconoce y, además, reivindica soluciones que él mismo niega para conflictos similares como el de Catalunya. El Gobierno de España no reconoce Kosovo por el precedente que supone respecto de Catalunya. Sólo cinco países vetan Kosovo: Grecia, Rumania, Chipre, Eslovaquia, España.