La Maestranza de Sevilla, con olor de sangre de animales sacrificados, acogerà al arzobispo anti sobiranista catalán
El obispo anti soberanista de Terrassa, el español José Ángel Saiz Meneses, pasa a ser arzobispo taurino de Sevilla. ¡Olé!
1. Alberto Garcia Reyes, director del borbónico, juancarlista y antisoberanista ABC de Sevilla da la bienvenida a Saiz Meneses presentándolo como «el arzobispo que rechaza a los independentistas». ¡Olé!
2. ¡Que lamentable Saiz Meneses! Un obispo católico debe practicar y transmitir lo que consta en el episodio evangélico del determinante juicio final. El Dios de Jesús bendice los que visitan los presos y maldice a quienes no lo hacen. Y hay presos, exiliados y perseguidos políticos catalanes. Los creyentes tienen el deber ético de orar por ellos en todas partes, también en las celebraciones litúrgicas y los templos. En cambio, el periodista García Reyes elogia a Saiz Meneses por haberlo prohibido. ¡Olé!
3. El teólogo Hans Küng, que acaba de morir, tiene razón cuando escribe: «Mi crítica a la Iglesia, como la de tantos cristianos, proviene del dolor de la discrepancia entre lo que fue el Jesús histórico, lo que anuncia, vive, lucha y sufre … y lo que hoy representa la Iglesia institucional con su jerarquía. ¿Podemos imaginar a Jesús participando en una triunfante misa pontifical en la Catedral de San Pedro?»
4. Es fácil imaginar a Saiz Meneses en una misa pontifical y también en la plaza de toros de la Maestranza. Sevilla huele a sangre de animales sacrificados en las «corridas». Saiz Meneses, que prohíbe rezar en los templos de Terrassa por los exiliados y presos políticos catalanes, ¿prohibirá que lo hagan católicos andaluces por los presos y los exiliados catalanes en la diócesis de Sevilla? ¿Se mostrará contrario a la tortura de los animales o «fiesta nacional» española y será anti taurino en una sociedad taurina como la andaluza? Él, tan papista, debería practicar y predicar la encíclica «Laudatosi» (Alabado seas) de Francisco. El Papa escribe: «La Biblia no da lugar a un antropocentrismo despótico que se desentienda de las otras criaturas (punto 68). Somos llamados a reconocer que los otros seres vivos tienen un valor propio ante Dios (punto 69). Sería equivocado pensar que los demás seres vivos deben ser considerados como meros objetos sometidos a la arbitraria dominación humana (punto 82). La indiferencia o la crueldad ante las demás criaturas de este mundo siempre acaban trasladándose de alguna manera al trato que damos a los demás seres humanos. El corazón es uno solo, y la misma miseria que lleva a maltratar a un animal no tarda en manifestarse en la relación con las otras personas. Todo ensañamiento con cualquier criatura es contrario a la dignidad humana (punto 92)».
5. El arzobispo Saiz Meneses tiene dos opciones. Puede optar por ser torero y justificar las corridas, y así no molestar a la monarquía y las autoridades civiles y militares. O puede decidirse a favor del Evangelio de Jesús, la humanidad de Francisco de Asís, el Catecismo de la Iglesia Católica y la encíclica «Alabado seas» del Papa Francisco.