«Libertad de expresión sitiada» es el título de un escrito publicado en el número 590 de «El pregón», revista eclesial de información y opinión. El texto sigue a continuación.
1. Numerosos conflictos muestran que la libertad de expresión es acosada en el régimen español derivado de la Constitución. El texto constitucional menciona «libertad» 32 veces pero no consta «libertad de expresión». Esta libertad se encuentra entre cuatro barrotes intocables, desprestigiados, en crisis. Monarquía, aparato judicial y policial, unidad de España, establishment.
2. Un artículo clave de la Constitución es ignorado por los auto denominados constitucionalistas pero que pueden ser calificados de españolistas, unionistas, anexionistas. Artículo 10.2: «Las normas relativas a los derechos fundamentales y las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos». La Constitución debe ser interpretada y aplicada según esta Declaración Universal, aprobada por Naciones Unidas. La Declaración prevalece sobre la Constitución. Artículo 19 de la Declaración: «Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de las opiniones y el de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas por cualquier medio de expresión y sin consideración de fronteras «.
3. La Iglesia católica asume esta Declaración. Así consta en muchos documentos eclesiales. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, por ejemplo, afirma en el apartado 152: «El Magisterio de la Iglesia no ha dejado de valorar positivamente la Declaración Universal de los Derechos Humanos (…) que Juan Pablo II ha definido como una verdadera piedra miliar en el camino del progreso moral de la humanidad». La libertad es sustancial en el mensaje de Jesús aunque las estructuras eclesiásticas la han vulnerado a lo largo de la historia. La liberación de toda esclavitud (social, económica, cívica, política, religiosa) es un compromiso cristiano. «Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Manteneos firmes y no os dejéis vez al yugo de la esclavitud» (Gálatas 5, 1).
4. Hay que liberarse de todo fascismo que acosa todo contra las libertades. Carles Puigdemont se hace sus al Europarlamento unas palabras inspiradas en Giacomo Matteoti: «Il fascismo non è un’opinione; è un crimine «(El fascismo no es una opinión, es un delito). Matteoti fue un político asesinado por los fascistas en 1924 después de haber denunciado el fraude electoral realizado por los jerarcas fascistas.