Úlima aportación del teólogo disidente Hans Küng (1928-2021)

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Hans Küng (19 de marzo 1928/06 de abril 2021) es, como persona profundamente cristiana, un sólido referente del humanismo contemporáneo y un teólogo disidente de la doctrina y las estructuras eclesiásticas. Su libro «Jesús» (2012) constituye una de sus últimas aportaciones de su fecunda experiencia personal y ensayística

1. Hans Küng y Jesús de Nazaret son disidentes del establishment. Küng escribe: «Jesús no fue de ninguna manera un hombre del establishment eclesiástico y social (…) Jesús fue condenado a muerte por la autoridad espiritual y política conjuntamente (…) El violento final de Jesús quedaba ya implícito en la lógica de su predicación y de su comportamiento».

2. Küng concluye así su libro «Jesús»: «Hemos preguntado por qué hay que ser cristiano. Ahora se comprenderá la respuesta que se resume en la siguiente sintética fórmula que me ha acompañado durante todas estas décadas y expresa también hoy, y espero que hasta mi final, con toda brevedad mi ‘Credo’ enteramente personal: ‘Siguiendo el Cristo Jesús, / el hombre puede en el mundo actual / vivir, actuar, sufrir y morir realmente como hombre: / en la felicidad y en la desgracia, en la vida y en la muerte / sostenido por Dios y ayudando a los demás». Esta síntesis se comprende mejor si se tienen en cuenta otras consideraciones de Hans Küng …

3. «En la clase de catecismo aprendíamos fórmulas dogmáticas que no entendíamos: Jesucristo como segunda persona de la Trinidad, una persona divina en dos naturalezas, una humana y otra divina».

4. «La esencia del cristianismo no es un contenido dogmático, abstracto o una doctrina general sino, desde siempre, una figura histórica viviente: Jesús de Nazaret».

5. «¿Quién se cristiano? No quien sólo dice ‘Señor, Señor’ y rinde tributo a cualquier forma de fundamentalismo (de tipo biblista-protestante, autoritario-romano-católico, tradicionalista-oriental-ortodoxo). Cristiano es, ante todo, todo aquel que en el camino de su vida personal, y todo hombre tiene un camino propio, se esfuerza para orientarse en la práctica conforme a Jesucristo. No se pide nada más «.

6. «Mi crítica a la Iglesia, como la de tantos cristianos, proviene del dolor de la discrepancia entre lo que fue el Jesús histórico, lo que anunció, vivió, luchó y sufrió … y lo que hoy representa la Iglesia institucional con su jerarquía (…) ¿Podemos imaginar a Jesús participando en una triunfante misa pontifical en la catedral de San Pedro? «.

7. «Preguntémonos de manera sucinta y directa: ¿Por qué hay que ser cristiano? Y respondamos de manera no menos sucinta y directa: ¡Porque hay que ser realmente hombre! No se puede ser cristiano renunciando a ser hombre. Y viceversa: no se puede ser hombre renunciando a ser cristiano. Lo cristiano no puede ponerse encima, debajo o al lado de lo humano. El cristiano no debe ser un hombre dividido (…) La fe en Jesucristo procura la paz con Dios y con uno mismo, pero no escamotea los problemas del mundo. Hace al hombre verdaderamente humano porque lo pone en contacto con la humanidad de los otros, le abre radicalmente a quien tiene necesidad de él, al prójimo «.

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