Cardenal Omella, ¿dónde está tu  hermano preso o exiliado?

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1. Dios pregunta a toda la humanidad desde los orígenes del tiempo: «¿Dónde está tu hermano?» (Génesis 4, 9). Lo recuerda el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, ​​en su carta dominical del 14 de marzo, ay, a un mes de las elecciones catalanas del 14 de febrero. ¿Dónde están, cardenal Omella, tus hermanos exiliados, presos y perseguidos políticos catalanes? Ellos pertenecen a los partidos independentistas que en  las elecciones del 14F han conseguido de manera democrática y pacífica la mayoría absoluta (52% de los votos, 74 escaños), a pesar de las cloacas del estado y la caverna mediática.

2. Omella menciona en su carta a los pobres (7 veces), a los débiles (2), a los que sufren (2), a los que lo necesitan (2), a los vulnerables (1), a los frágiles (1), a los marginados (1). En cambio no cita ni una sola vez a los exiliados, presos y perseguidos políticos catalanes. Ellos, sin embargo, también sufren una situación de pobreza, debilidad, sufrimiento, necesidad, vulnerabilidad, fragilidad, marginalidad. Y Omella no les cita explícitamente ni una sola vez. ¿Por no hacer política? Ay, ay, cardenal … el silencio también es hacer política.

3. Jesús de Nazaret, en cambio, tiene muy presente a los presos. En el episodio del juicio final (Mateo 25, 31-46), el Dios de Jesús bendice a los que visitan los presos y maldice a los no les visitan. Jesús mismo fue un exiliado político cuando de niño y con sus padres, José y María, tuvieron que exiliarse en Egipto debido a la represión criminal del déspota rey Herodes. Jesús también fue un preso político y fue detenido, torturado y ejecutado como tal por el poder imperial romano en complicidad con la cúpula sacerdotal de su pueblo. Tan es así que los representantes de la legalidad establecida colocaron en la cruz donde Jesús fue colgado un cartel explicando la causa de su muerte. «Sobre su cabeza colocaron un letrero la causa de su condena: ‘Este es Jesús, el rey de los judíos» (Mateo 27, 37).

4. Así pues, cardenal Omella, ¿dónde está tu hermano preso o exiliado? Porque, ¿son hermanos tuyos, ¿verdad?

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