Pedro Sánchez, lo que elogia el sentido de estado del ultraVOX, y Arnaldo Otegui, son las estrellas invitadas por PSOE (con fuerte E de España) y ER (sin C de Catalunya) en la campaña electoral. Estrellas fugaces.
1. Pedro Sánchez y Arnaldo Otegui vienen y se van. No serán presidentes de la Generalitat. Bueno, Sánchez lo sería a escondidas y movería los hilos desde la Moncloa en la muy improbable hipótesis de que Salvador Illa, fracasado ministro de Sanidad, hiciera efectiva la ocupación, ¡ocupación!, de la presidencia de la Generalitat practicando represivo 155.
2. Pero ni España ni Euskadi son Catalunya. Son tres realidades nacionales diferentes. El régimen borbónico y juancarlista español y sus instituciones, con gobiernos de PP y PSOE / Podemos, arraiga en la práctica en el post franquismo (= franquismo versión 2021). Es fuertemente centralista y autoritario. No es autonómico, ni descentralizado, ni federal. No respeta las competencias ni los derechos nacionales de Catalunya.
3. Y Euskadi no es un modelo aplicable a Catalunya. La solidaridad catalana con el pueblo vasco no es correspondido a la inversa por su clase política que, con alguna excepción, suele ir a la suya. La situación vasca se explica por su historia y su realidad. Un factor clave de esta historia y de esta realidad es el terrorismo de ETA y también el terrorismo estatal de los GAL. En Catalunya hay otra cosa. Hay la antidemocrática y tenebrosa «Operación Cataluña» contra el soberanismo democrático y pacífico que el régimen español no quiere investigar. Tampoco el gobierno más progresista de la historia mundial (?), el del trifachito Sánchez / Illa / Iceta, lo quiere investigar.
3. La conclusión lógica, cívica y nacional es evidente. Pedro Sánchez y Arnaldo Otegui, hola y adiós, no presidirán las instituciones nacionales de Catalunya que configuran la Generalitat. Las buenas encuestas, no las del CIS / Moncloa, dibujan cada vez mas a Laura Borràs (Junts) como presidenta de un gobierno independentista en Catalunya. Ella, no Illa, está yendo cada día más del puede ser presidenta al serlo, a pesar de la ofensiva indecente que hay contra su figura cultural, cívica y política.