1. El todavía ministro Salvador Isla aprovecha el ministerio de Sanidad para hacer propaganda partidista como candidato del PSOE en las elecciones catalanas. Defiende el establishment borbónico, centralista, derechista, españolista.
2. Illa y su jefe Pedro Sánchez, que es el que manda, echan el republicanismo y el federalismo a la papelera de la historia para convertirse en serviles súbditos de la monarquía centralizadora impuesta por el dictador Francisco Franco en la persona de Juan Carlos, hoy fugado por oscuros asuntos económicos y de faldas. El campechano siempre será el padre de Felipe VI, el de los discursos bendecidos por la Moncloa que tan mal caen entre los demócratas de Catalunya.
3. Illa aspira a recoger votos de partidos en liquidación en Catalunya, como PP y Ciudadanos, de sectores españolistas como Sociedad Civil Catalana, de un partido trumpista como VOX. La delegación del PSOE en Catalunya, el PSC más sucursalista que nunca como lo prueba la designación de Illa a dedo por Pedro Sánchez, se derechiza y se españolice aún mas. Un Illa hiperventilado que quiere vacunar y liquidar lo que califica de virus independentista, lo que demuestra cuál es su auténtico nivel democrático y pacificador.
4. Illa es cómplice ejecutor del represivo 155 contra el soberanismo catalán y contra Catalunya porque perjudicó a todo el país y ahora, además, pretende regresar al pasado del autonomismo castrado por el PSOE y por el Tribunal Constitucional. Por eso quiere reproducir en Catalunya un tripartito autonómico (PSOE, Podemos, ER) como el que los tres partidos han acordado en España y en el Ayuntamiento de Barcelona.
5. Illa está frontalmente en contra del legítimo y universal derecho de la autodeterminación de los pueblos y en contra de la amnistía de los exiliados y presos políticos catalanes a pesar de que los tribunales europeos dejan en ridículo el sistema judicial español (Tribunal Constitucional, Tribunal Supremo, fiscalía del estado). El Gobierno español de Illa sólo juega con insinuaciones sobre hipotéticos indultos que, en todo caso, se utilizarían por burdas motivaciones electoralistas, y no por razones democráticas y de humanidad.
6. Ila tiene palabras, no hechos, a favor del diálogo o bla bla bla entre partidos. Aquí hay otra diferencia entre ER y Junts per Catalunya (JxCat). Oriol Junqueras y Pere Aragonés piden dialogar. Carles Puigdemont y Laura Borràs exigen negociar entre iguales, con garantías. Mientras, el Gobierno de PSOE / Podemos mantiene la represión iniciada por el Gobierno del PP.