1. El Ministro Salvador Illa (PSOE) está superado por el coronavirus, su difusión, las dramáticas consecuencias sanitarias, sociales, económicas. Reconoce que el escenario es de incertidumbre e inestabilidad. Pero debe tener la valentía de decir en un estado español tan borbónico, centralista y militarizado que los tanques no combaten el virus ni lo liquidan.

2. El maldito virus plantea el dilema de si priorizar la salud o la economía. La prioridad gubernamental española, en la práctica presupuestaria, consiste en la fabricación, venta, incluso a dictaduras, de tanques y más tanques. El elevado gasto militar impulsada por el Gobierno español, antes de PP y ahora de PSOE / Podemos, tanto monta monta tanto, tiene la gravísima consecuencia de disminuir el presupuesto que debería destinarse a combatir el coronavirus y su expansión, y a dar medios de todo tipo al personal sanitario, los trabajadores con riesgo de perder el trabajo, a los autónomos, a los empresarios, a las empresas …

3. El prestigioso y documentado Centro Delàs (entidad destinada al estudio para la paz y el desarme) pone el dedo en la llaga. Su último informe muestra que el gasto militar para este terrible y largo año pandémico del 2.020 es de 20.020 millones de euros. El importe de las compras de armamento equivale a las medidas sociales adicionales anunciadas por Pedro Sánchez. El costo de un tanque de guerra equivale a 440 respiradores médicos. Los 2.100 millones de este Programa Especial de Armamento podrían dotar el presupuesto de 400 hospitales como el Clínico de Barcelona durante 10 años.

4. Esta millonada, en las actuales circunstancias dramáticas, deberían haberse destinado a los ámbitos de la salud, educación, laboral, servicios sociales, la gente más vulnerable. Estos datos que afectan especialmente el Ministerio de Defensa, dirigido por la progre y social (?) Margarita Robles, son escandalosas.