1. ¿»El derecho garantiza la convivencia»? Depende. El derecho franquista o post franquista, no. El respeto y la defensa de los derechos humanos de todas las personas y de todos los pueblos es la auténtica garantía de la convivencia.
2. El respeto a los derechos humanos no se da en el régimen post franquista español. Los auto denominados «constitucionalistas», desde PSOE a VOX, hacen trampa. No citan ni cumplen el artículo 10.2 de la Constitución que se clave: «Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificadas por España».
3. El soberanismo / independentismo catalán opta por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El «constitucionalismo» anexionista español, no. Impone su legalidad. No tiene ningún escrúpulo de imponerse públicamente por cualquier medio por indecente que sea … desde los GAL (terrorismo de estado) del PSOE en las cloacas de estado (Kitchen) y la guerra sucia contra el independentismo. Esto rompe la convivencia y viola los Derechos Humanos.
4. La inhabilitación de un presidente de Catalunya por parte del sistema judicial del régimen post franquista con la excusa de que ha colgado una pancarta a favor de la libertad de opinión y de expresión es de una desmesura legal sideral. Injusto. Incomprensible. Pasa a las dictaduras como Corea del Norte, China, Turquía … Esto también rompe la convivencia y vulnera los Derechos Humanos.
5. La mentira también rompe la convivencia. Hablar de «políticos huidos», como hacen periodistas en La Vanguardia, es injusto. El caso de Carles Puigdemont, por ejemplo. El presidente exiliado, no huido, no se esconde como tampoco se ocultaba el presidente Josep Tarradellas en el exilio. Todo el mundo sabe dónde está Puigdemont y que hace. No hay que ser confidente de los servicios secretos franquistas para saberlo. Puigdemont es eurodiputado. Vive libre en Bélgica y en la Unión Europea. Se presenta siempre que es citado por la justicia europea que es justicia y no se como el politizado, partidista y desprestigiado sistema judicial español.
6. Otro caso es el de Juan Carlos, impuesto como rey de España por el dictador Francisco Franco. El emérito y campechano es un fugado bien acogido en una monarquía dictatorial por sus amiguitos saudíes. Esto rompe la convivencia y viola los Derechos Humanos.