Embajada española ante la Santa Sede
Josep M. Carbonell es el Jorge Fernández Díaz (PP) del entorno del PSOE. Aspiran a ser el embajador del Gobierno del Reino de España, el régimen del fugado Juan Carlos y de Felipe VI, ante el Vaticano.
1. Carbonell y Fernández Díaz maniobran para conseguir el objetivo de la embajada española en la Santa Sede. Se proclaman españoles y catalanes. Se confiesan católicos y constitucionalistas (unionistas). Destacan por su activismo contra el soberanismo catalán democrático y pacífico.
2. Carbonell ha militado en el PSC, vinculado al PSOE de los GAL y del 155. Está bien relacionado con Miquel Iceta, Salvador Illa y José Zaragoza, el del espionaje de La Camarga. Se considera «progre» dentro del catolicismo aunque católicos progresistas, independentistas o no, discrepan de su manera de ver el catolicismo y la política. Por ejemplo, el preso católico Joaquim Forn (JxCat) y el diputado Joan Capdevila (ERC) expresan su discrepancia radical con Carbonell en una polémica en el diario español «La Vanguardia».
3. Fernández Díaz también se presenta como católico, aunque de procedencia franquista y del sector más conservador del Opus Dei. Seguro que ha leído y ha hecho suyo el punto 308 de «Camino», de Josemaría Escrivá de Balaguer: «Mi gozo y mi paz. Nunca podré tener verdadera alegría si no tengo paz. ¿Y qué es la paz? La paz es algo muy relacionado con la guerra. La paz es consecuencia de la victoria. La paz exige de mí una continua lucha. Sin lucha no podré tener paz». El ultra nacional catolicismo de «Germinans Germinabit» sintoniza con los planteamientos de Carbonell y Fernández Díaz.
4. Josep M. Carbonell tiene ahora más posibilidades de ser embajador español ante la Santa Sede. Es bien visto por el Gobierno de Pedro Sánchez. Joan Capdevila escribe públicamente lo que se comenta en medios eclesiales y políticos: «Es conocida la aspiración de Carbonell de convertirse en embajador ante la Santa Sede. Y es legítimo que lo desee. No parece demasiado edificante, sin embargo, que su candidatura la sustente en hacer méritos ante su partido y la Conferencia Episcopal Española, y sobre la mentira y la desconsideración del adversario. Por supuesto, que nosotros no lo vamos a tolerar».
5. Carbonell despliega una actividad en varios frentes para conseguir su objetivo. Justifica en artículos la postura del cardenal Juan José Omella, influyente en los despachos vaticanos, arzobispo de Barcelona, presidente de una Conferencia Episcopal Española que de manera incomprensible avala la actuación del rey «campechano» fugado e involucrado en oscuros asuntos económicos y de amantes. Carbonell, con un estilo tosco, insultante y descalificador similar al de Fernández Diaz, toma partido en contra del soberanismo catalán que, según él, pretende controlar la Iglesia. ¡Ay diplomacia! ¡Ay Vaticano! ¡Ay España! ¡Ay Cataluña ay!