Los acontecimientos de estos últimos días muestran una España derrotada por goleada en, como mínimo, cinco frentes.
1. CORONAVIRUS. Organismos internacionales demuestran que estado español es uno de los que ha gestionado peor la lucha contra el coronavirus con las consecuencias sanitarias, sociales y económicas que ello implica. La gestión quedó al principio militarizada y monopolizada por el presidente Pedro Sánchez como autoridad única, rompiendo el esquema competencial del estado autonómico.
2. CORINAVÍRICO FUGADO. La fuga cobarde, como una misteriosa intriga de película en blanco y negro, del emérito y corinavírico Juan Carlos I, impuesto como rey por el dictador Francisco Franco y padre de Felipe VI. Constituye una carga en profundidad contra la línea de flotación de la institución monárquica española desprestigiada y en crisis como ningun republicano, español y catalán, se hubiera pensado.
3. SISTEMA JUDICIAL TOCADO. El rechazo de la justicia belga (es decir, justicia democrática y europea) a la extradición del conseller de Cultura, Lluis Puig, pedida por el Tribunal Supremo, declarado incompetente. Deja tocado una vez más el sistema judicial español.
4. DESCRÉDITO BORBÓNICO.
Descrédito creciente de la saga borbónica y de las instituciones españoles (judiciales, políticas, económicas, policiales, mediáticas). Asi se pone de relieve en la prensa, radios y televisi0nes internacionales. Descrédito especialmente intenso en la Catalunya que aspira a ser soberana, en Europa y en el mundo civilizado.
5. FRANQUISMO. Los herederos sociales, económicos y políticos vinculados históricamente al franquismo así como los regímenes corruptos, retrógrados y fuertemente autoritarios justifican, son comprensivos y dan apoyo a las actuaciones de Juan Carlos y de Felipe VI. También el PSOE, gobernando en la Moncloa, abandona sus veleidades teóricas republicanas y federales para convertirse decididamente en partido monárquico y centralista.