Protestas por la visita de Felipe VI, hijo de Juan Carlos I, a Poblet
La visita relámpago de Felipe VI a Poblet ha sido a escondidas, triste, gélida en un día caluroso. Mal trago para los monárquicos. Fracaso visto, incluso, desde el palacio de la Zarzuela.
La estancia de un fugaz Felipe VI al monasterio de Poblet, que forma parte de la historia nacional de Catalunya, demuestra a todo el mundo unos hechos significativos.
1) El Borbón español en Catalunya es un rey sin pueblo. Catalunya no tiene rey. Y menos alguien, hijo de Juan Carlos I, rey impuesto por el dictador Francisco Franco, y que hace los discursos nefastos como el del 3 de octubre del 2017.
2) El Borbón viene a Catalunya sólo bien blindado y rodeado por las fuerzas policiales, ¿qué coste tiene esta visita, sobre todo en plena crisis de la pandemia?, que impiden ejercer las libertades de expresión y protesta reconocidas en la Declaración Universal de los Derechos humanos.
3 / El Borbón no es recibido ni bien recibido por los exiliados, presos y perseguidos políticos catalanes, ni por las autoridades democráticas de Catalunya escogidas en las urnas, ni por las jerarquías eclesiales. Sólo se ha dado la presencia obligada por educación del abad Octavi Vilà y del prior Rafael Barrué.
4 / Felipe VI sólo está acompañado por Leticia, mujer que no cae simpática. También por Salvador Isla (ministro español) y Teresa Cunillera (delegada del Gobierno), ambos del PSOE, partido de los GAL y del 155, que ya no es republicano ni federal porque se ha convertido en monárquico y centralista. Hay que dejar constancia de la presencia exaltada de un grupito de VOX a favor del monarca.
5 / Felipe VI no ha estado acompañado por su padre, el escondido Juan Carlos I, implicado en oscuros asuntos económicos y de faldas.
6 / Si Felipe VI estuviera bien informado sabría que Octavi Vilà es un buen abad, buena persona, buen cristiano, dialogante, comprometido con la democracia y la libertad del pueblo. En la homilía pronunciada al tomar posesión como abad (3 de diciembre de 2015) Octavi Vilà dijo: «Así como la Iglesia encarnada en este pueblo da fe de la realidad nacional de Catalunya, tal como nos dice el documento de los obispos catalanes ‘Raíces cristianas de Catalunya’, también este lugar, nuestro monasterio, profundamente arraigado en el país, es una parte fundamental de su pasado, a la vez que un protagonista de su presente y un referente por su futuro». Ahora sólo hace falta que actúe la fiscal del estado.