El presidente Jordi Pujol comenta (07/17/2020) el artículo «Interpelación cristiana a Pujol» publicado (06/14/2020) en este blog calificándola de «interpelación potente, exigente, esperanzada»
1. NUESTRA ESPERANZA. Jordi Pujol aporta un escrito sobre la esperanza Forma parte de su libro «Des dels turons a l’altra banda del riu» (1962), escrito en prisión, condenado por un tribunal franquista. Comentando la fiesta de la Virgen de la Esperanza (18 de diciembre), escribe: «A las puertas del invierno celebramos la gran fiesta de la esperanza. La esperanza cristiana. La esperanza catalana. Nuestra esperanza. Como un desafío. Como un presagio «.
2. TENACIDAD Y ESFUERZO. Pujol afirma: «La esperanza es tenaz. Cree en la recompensa del esfuerzo. Pero no es suficiente. La auténtica esperanza debe ser también heroica. Que lo tengan bien presente quienes han abrazado su bandera. Por cuanto hay que ponerse en guardia contra ciertas deformaciones de la esperanza. Sobre todo contra la que consiste en creer que con el tiempo y una caña, paciencia y buena voluntad se arreglan las cosas. La que cree que la fruta madura cae sola del árbol. La que disocia esperanza y sacrificio».
3. SUPERVIVENCIA DE CATALUNYA. Pujol continúa: «Las cosas no se arreglan sólo con tiempo, paciencia y buena voluntad. Ni sólo con trabajo de artesano, con trabajo de hormiguita aplicada. El que escribe no pretende negar el valor del esfuerzo cotidiano, del trabajo humilde y monótono …. afirma nque sin ésto no se va a ninguna parte, en ningún terreno … afirma que sin ello o puede haber riqueza, y tampoco santidad o sabiduría. El que escribe ha vivido de pequeño en este ambiente de tenacidad, de trabajo sin fin. Sabe que esta energía (económica, intelectual, espiritual) y esta continuidad en el trabajo cotidiano han asegurado más de una vez la supervivencia de Catalunya».
4. ESFUERZO DECISIVO. El president concluye: «El que escribe sabe todo esto. Pero también sabe que no es suficiente … que a veces hay algo más, si es que realmente se quiere que la esperanza se convierta en realidad … si la esperanza no es sólo una manera de rehuir perpetuamente la realidad, una especie de opio (…) El que escribe sabe que todo esto que es cierto para la santidad lo es también en todos los terrenos de la actividad humana. Absolutamente en todos. En lo individual y en el colectivo. En lo económico y en el político. En el intelectual y el religioso. . Sin un momento en que el braceo acompasado, que casi no cansa -también él ya habituado- debe ser sustituido por un esfuerzo dramático, agotador, doloroso; por un esfuerzo decisivo».
5. MOMENTOS DIFÍCILES. Jordi Pujol reflexiona sobre estas consideraciones … «Todo esto merece ser meditado -serenamente y con espíritu de compromiso- en el actual momento de Catalunya. (Y yo personalmente en mi momento actual. Difícil y conturbador). Hay un último comentario. No tendrá sentido decir qué virtud teologal es la más importante. Las tres son necesarias para la salvación. Si a veces ponemos más énfasis en una u otra es porque en un momento dado nos conviene o sentimos la necesidad de hacer hincapié en una de ellas. Quizás San Pablo mismo lo hizo. «Si tuviera una fe capaz de derrumbar las montañas y no tuvierais caridad, no seríais nada». Pero hoy es la Virgen de la Esperanza. La celebramos en un momento crítico, difícil y decisivo de nuestro país. En un momento de esos que sentimos más necesidad de tener esperanza. Por eso la liturgia repite una y otra vez «laetare», «alegraos». Es la única vez en el año que la túnica del sacerdota es de color azul cielo. Pienso en una misa con varios amigos hará 65 años y el sermón del Dr. Tarrés. Un tiempo y un recuerdo tiernos e ilusionantes. Que no han resistido del todo el peso de toda la vida. Pero que la han resistido bastante para que la esperanza se mantenga viva. `La pequeña esperanza’, que decía Charles Péguy. Según él, la más importante. Si en San Pablo se le permite tener preferencias, tal vez a Péguy también. Y es que finalmente todo va a parar a lo mismo. Todo da sentido a nuestra vida. Y todo nos puede llevar la salvación, la alegría y la paz. Que tanto necesitamos».