La ministra de Defensa, Margarita Robles, se reconoce cristiana en una entrevista a «Vida Nueva». Lo ha hecho otras veces. Plantearle una propuesta cristiana es razonable.
1. El entrevistador dice a la ministra: «Sé que es cristiana. No sé si esta pandemia le ha supuesto una crisis de fe, si ha sido precísamente esa fe un espacio para descansar y confiar … » Margarita Robles contesta: «Esta crisis ha hecho tambalearse muchas cosas que dábamos miedo sentadas. Aunque hay que ser optimista y mirar al futuro. Este país ha demostración que se capaz de hacer frente a una situación tan dura como la pandemia con responsabilidad y solidaridad. Y ese espíritu que tienen los españoles va a hacer que superemos esta crisis, juntos, y afrontemos el futuro con esperanza. Estoy segura de que todos los españoles, en un ámbito tan duro como el confinamiento, han mirado a su interior para buscar lo mejor de si mismos».
2. Profundizando en el interior de la ministra Robles, puede plantearsele algunas cuestiones que preocupan en Catalunya y los demócratas como, por ejemplo, los presos y exiliados políticos catalanes … aunque ella los considere políticos presos y fugados … curiosos fugitivos cuando todo el mundo sabe dónde se encuentran, incluso en el europarlamento, y son considerados demócratas pacíficos en la Unión Europea donde viven en libertad.
3. Puede proponerse a Robles si está dispuesta a hablar y a visitar a los exiliados y presos políticos para darles apoyo humano y cristiano. Ella sabe que el Dios de Jesús bendice a los que visitan presos y maldice a los que no lo hacen (Mateo 25, 34-41).
4. En estas visitas, la ministra y los políticos catalanes encarcelados o que están fuera del territorio estatal español podrían hablar de Jesús, hombre bueno y justo, condenado por el establishment legalmente establecido. Podrían tratar de todo ello desde la perspectiva del espíritu y los valores cristianos. Al fin y al cabo algunos de estos políticos se confiesan cristianos como, por ejemplo, Carles Puigdemont, Toni Comín, Oriol Junqueras, Quim Forn, Jordi Turull, Josep Rull …. Su fe es liberadora y no tiene nada que ver con el nacional catolicismo de la España franquista.
5. Robles y sus interlocutores podrían hablar sobre la situación personal, judicial y política de los líderes catalanes, de los informes policiales manipulados, de la guerra sucia, de personajes como Diego Pérez de los Cobos y similares, de las libertades y los derechos de todas las personas y de todos los pueblos, de la visión que tiene la Doctrina Social de la Iglesia al respecto que se coincidente con la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
6. La ministra se enteraría de manera directa que el soberanismo catalán democrático y pacífico no va contra nadie. El independentismo propugna que la relación entre España y Catalunya se base sobre la democracia, la libertad, la solidaridad, el respeto mutuo a la soberanía de ambos pueblos. Margarita Robles debería reflexionar sobre el hecho de que el soberanismo catalán provoca una dinámica democratizadora y liberadora a la propia España haciéndole más bien que ninguna otra fuerza española.