¿Todo quedará afectado después de la pandemia del coronavirus que aún no ha desaparecido? ¿También las relaciones personales?
1. Una de las primeras preguntas en el Génesis, «¿Dónde está tu hermano?», es formulada por Dios tras el dramático asesinato de Abel por parte de Caín (Génesis 4,9). Este interrogante se plantea ahora a los hombres y mujeres de aquí y de todo el mundo debido al drama del coronavirus letal.
2. «¿Dónde está tu hermano?» es una pregunta que interpela a todos. Hombres, mujeres, ancianos, niños, ricos, pobres, blancos, negros, infectados o no, políticos, médicos, expansionistas, soberanistas, ateos, agnósticos, religiosos diversos, cristianos. Y es que la pandemia deja desolación, sufrimiento, enfermos, muertos … un futuro incierto para todos, especialmente para los más vulnerables.
3. «¿Dónde está tu hermano?» El gran reto es siempre, sobre todo también ahora, responder a esta pregunta bíblica. Muchos y muchos hermanos quedan heridos por la pandemia que pone de manifiesto la infinita fragilidad de la condición humana, desde las personas y los pueblos más pobres de la Tierra a los pueblos y las personas más ricas.
4. «¿Dónde está tu hermano?» Hay que saber dónde está para comunicarle, de forma presencial o telemática, que haremos todo lo posible a favor de su bienestar, los derechos y las libertades de todas las personas y de todos los pueblos. Sobre todo de los que mas sufren y son mas débiles … ancianos, enfermos, parados, deprimidos, exiliados, presos, perseguidos …
5. «¿Dónde está tu hermano?». El cristiano, como todo el mundo, con dudas y con el sentimiento de la ausencia de Dios, puede proponer a los demás, nunca imponer, su fe y su esperanza. Tal vez Dios está en todo, en la propia conciencia, en la comunidad, en los otros.