1. Alemania, Catalunya y otros países han celebrado el 75 aniversario del final de la segunda guerra mundial y la victoria sobre el nazismo. Ceremonias austeras debido al coronavirus que afecta a todo el mundo.
2. En la ceremonia de Catalunya han participado representantes de JxCat, ERC y PSC. Es un acto que se celebra desde hace décadas ante la estatua de Josep Clarà dedicada a los voluntarios catalanes y emplazada junto a la sede del Parlamento.
3. En el acto de Berlín han asistido la canciller Angela Merkel, el presidente Frank-Walter Steinmeier, los presidentes de las dos cámaras legislativas y del Tribunal Constitucional. Steinmeier afirmó: «El 8 de mayo de 1945 fue el final de la dictadura nazi, el fin de noches y bombas y marchas de la muerte, de crímenes alemanes sin precedentes y de la quiebra de la civilización que supuso el Holocausto (…) Hoy los alemanes deberían liberarse de los nuevos nacionalismos, de la fascinación del autoritarismo … del odio y la agitación de la xenofobia y el desprecio por la democracia porque son viejos espíritus malignos cubiertos sólo de una nueva apariencia». El soberanismo catalán, como todos los soberanismos democráticos y pacíficos del mundo, comparte las palabras de Steinmeier … y le preocupa que España retorne va a un régimen predemocrático, españolista y autoritario.
4. Y ¿España donde està? La España de 2020 no ha celebrado el 75 aniversario de la derrota del nacionalsocialismo. Ni la monarquía, ni el Gobierno PSOE / Podemos, ni la oposición (PP, VOX, CS), ni las dos cámaras legislativas, ni el Tribunal Constitucional, ni el Tribunal Supremo. Significativo. Catalunya no es España. Aquí lo dejo.
5. Último apunte. El Tribunal Constitucional alemán y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea están enfrentados a propósito de la deuda pública anunciado por el Banco Central Europeo. Combate entre gigantes. El Tribunal Supremo de la UE también puede chocar con el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo españoles. El sistema judicial español tiene las de perder. Primero, porque en este caso están en juego los derechos y las libertades de las personas (exiliados, presos y perseguidos políticos). Segundo, porque el sistema judicial español, heredero del franquismo, está desprestigiado en Europa.