El Papa Francisco se refirió a diversas cuestiones de actualidad, como el negocio armamentista y los presos, en esta Semana Santa del coronavirus. Vale la pena tenerlo en cuenta en España y en Catalunya.
1. Francisco habló de guerra y de armamentos en el mensaje urbi et orbi del Domingo de Pascua. Dijo: «Este no es el momento de continuar fabricando y traficando armas, gastando grandes cantidades de capital que debería utilizarse para sanar a las personas y salvar vidas …». ¿Que sucede en la España borbónica de Felipe VI? Pasa que su industria militar y de defensa es una de las más importantes del mundo, según la Fundació Justicia i Pau. Tres empresas españolas (Airbus Military, Navantia e Indra) se encuentran entre las 100 mayores compañías mundiales del sector. España vende armamento a dictaduras que no respetan los derechos humanos como Arabia Saudí. Este régimen, por corrupción, está involucrado en el caso Corina. El frente patriótico españolista (PSOE, PP, VOX, Cs) levanta la rojiguada y se niegan a investigarlo. No hay noticia de que el Gobierno «progre» de PSOE / Podemos hayan decidido reducir el gasto militar para destinarlo a la crisis sanitaria, social y económica provocada por el coronavirus.
2. El Papa también se refirió a los presos y en las prisiones en las homilías de las celebraciones del Lunes Santo y Martes Santo. Vale la pena tenerlas en cuenta en España y Catalunya donde hay exiliados y presos políticos. El juez Manuel Marchena y el unionismo no admiten esta denominación. Hablan de políticos presos y de fugados. Curiosos fugados, algunos de ellos eurodiputados, que son perseguidos como terribles malhechores en España pero que son libres en Europa donde son respetados como personas democráticas y pacíficas.
3. Las palabras del Papa Francisco son estas: «En estos días de Cuaresma hemos visto la persecución que sufrió Jesús y como los doctores de la Ley se ensañaron contra él. Jesús fue juzgado con dureza, con saña, siendo inocente. Quisiera orar hoy por todas las personas que sufren una sentencia injusta a causa de ensañamiento (…) Pienso en un problema grave que existe en muchas partes de mundo. Quisiera que hoy rezaran por el problema de la superpoblación carcelaria. Donde hay hacinamiento -mucha gente allí-, existe el peligro, durante esta pandemia, que acabe en una grave calamidad. Oremos por los responsables, por los que han de tomar las decisiones, para que tomen un camino justo y creativo y puedan resolver el problema».