El dictador Francisco Franco, Juan Carlos I, Felipe VI
El caso que implica a Juan Carlos I y que afecta a la monarquia española hace que los diarios digitales y laas redes sociales recuperen discursos del rey emérito y de su hijo, Felipe VI. Ambos sólo seran creibles si cumplen lo que predican en sus discursos.
1. ETICA y EJEMPLARIDAD… De un discurso del rey Juan Carlos I (24 diciembre 2013): “La salud moral de una sociedad se define por el nivel del comportamiento ético de cada uno de sus ciudadanos. Empezando por sus dirigentes ya que todos somos corresponsables del devenir colectivo para que la ejemplaridad presida las instituciones, para que se cumplan y se hagan cumplir la Constitución y las leyes. El respeto de esas reglas es la garantía de nuestra convivencia y la fortaleza de nuestra democracia. Esta es una verdad incuestionable que debemos tener muy en cuenta”.
2. CORTAR DE RAIZ TODA CORRUPCIÓN… De un discurso del rey Felipe VI (24 deciembre 2014): “La lucha contra la corrupción es un objetivo irrenunciable. Los ciudadanos necesitan estar seguros de que el dinero público se administra para los fines legalmente previstos. Que no existen tratos de favor por ocupar una responsabilidad pública. Que desempeñar un cargo público no sea un medio para aprovecharse o enriquecerse. Que no se empañe nuestro prestigio y buena imagen en el mundo. Pocos temas como este suscitan una opinión tan unánime. Debemos cortar de raíz y sin contemplaciones la corrupción. La honestidad de los servidores públicos es un pilar básico de nuestra convivencia en una España que todos queremos sana y limpia”.
3. ATADO Y BIEN ATADO FRANQUISTA. Actuar o no según estos discursos pone en juego la credibilidad de la monarquia española, a pesar de que hoy cuenta con el apoyo entusiasta del gobierno “progre” de Pedro Sánchez (PSOE y Podemos). El franquismo no se acaba sacando la momia del dictador Francisco Franco del lúgubre Valle de los Caidos. El franquismo sólo se acabarà si se desata lo que Franco dejó atado. “Todo ha quedado atado y bien atado con mi propuesta y la aprobación por las Cortes de la designación como sucesor a título de rey del príncipe don Juan Calos de Borbon» (Discurs de Franco, 30/12/1969)