El cardenal español Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), pide diálogo entre el Gobierno español y el episcopado. Así lo dice, pero ….
1. MESA. Juan José Omella ve bien la Mesa entre el Gobierno de España y el Govern de Catalunya. «La Vanguardia», donde el cardenal hace estas declaraciones, no interpretará que las palabras de Omella son política. Otra cosa sería que Omella, en cumplimiento de la Doctrina Social de la Iglesia católica, propugnase el respeto de los derechos y las libertades de las personas y de los pueblos, incluido el catalán. ¡Entonces dirían que hace política!
2. MESA ENTRE EPISCOPADOS. Y al igual que hay una Mesa entre los gobiernos español y catalán, Omella propone una Mesa entre el Gobierno español y la CEE. Pero, por coherencia eclesial y cívica, Omella, que no deja de ser arzobispo de Barcelona, también debería proponer dos Mesas más.Una Mesa de diálogo entre la CEE y la Conferencia Episcopal Tarraconense (CET) o catalana. Y una Mesa entre el Govern de Catalunya y la CET. ¿Por qué no?
3. CARDENAL MALDITO. Las perspectivas dialogantes de Omella, sin embargo, son negativas. El cardenal arzobispo se niega a visitar a los presos políticos catalanes y a hablar directamente con ellos, a pesar de que algunos, que son de confesión católica, le han pedido que les visitase en los centros penitenciarios. Se le ha recordado infructuosamente que uno de los mensajes más profundamente cristianos del Evangelio es el capítulo 25 de Mateo. Jesús reclama dar de comer a quien tiene hambre, beber al que tiene sed, acoger el forastero, vestir al que está desnudo, visitar a los enfermos, visitar a los presos. Jesús termina este episodio con un lenguaje apocalíptico dirigido a los que no hacen caso de su propuesta, Dice: «Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles (…) porque estaba enfermo o en la cárcel, y no me visitasteis«.
4. CRISIS INTERNACIONAL DE LA CORONA. Todo esto ocurre en un contexto de honda crisis mundial y del régimen español. «Ni la grave crisis del corona virus puede esconder el descrédito y la grave crisis de la corona española, a pesar del silencio de los media unionistas … Ni el descrédito y la grave crisis de la corona española deben ocultar la crisis del corona virus . Son dos gravísimas crisis internacionales» (oriolgroc a www.elnacional.cat)
El cardenal español Omella, ¿dialogante?
371