El Papa Francisco visita presos. El cardenal Omella no visita presos
El cardenal Juan José Omella (Cretas, Teruel, 1946; arzobispo de Barcelona desde el 06/11/2015) es un cardenal que no visita presos políticos y que, quizá por ello, ha sido elegido presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE)
1. CONFERENCIA EPISCOPAL CATALANA. La influencia eclesiástica es mínima en los pueblos de Europa Occidental como Catalunya. Pero vale la pena aprovechar los resquicios positivos que la comunidad eclesial tenga en los ámbitos cívico, cultural y cristiano. Por ejemplo, catalanes católicos reivindican que la Conferencia Episcopal Tarraconense (o catalana) tenga en Catalunya el mismo peso organizativo que la CEE tiene en España. No consta que Omella, como arzobispo de Barcelona, haya hecho gestiones en este sentido y no se prevé que, como presidente de la CEE, lo haga en el futuro.
2. EQUIDISTANCIA IMPOSIBLE. Hubiera sido horrible, para la Iglesia y para la sociedad, que el nuevo presidente de la CEE hubiera sido el cardenal Antonio Cañizares. Es un ideólogo y un activista ultra españolista de mentalidad propia de la cristiandad nacionalcatólica. Omella es un mal menor. Es un cardenal español «equidistante». Pero la equidistancia es a menudo tramposa, signo de cobardía y, en este caso, supone falta de compromiso y coherencia cristiana. O se está con los defensores de los derechos y las libertades de las personas y de los pueblos como preconiza la Doctrina Social de la Iglesia, o se está en contra. La equidistancia no es posible. O se está con los represores y los carceleros, o se está con los exiliados, los presos y los perseguidos políticos. La equidistancia no es posible. O se está con el Evangelio, o se está en contra de los valores éticos y evangélicos. La equidistancia no es posible.
3. OMELLA NO VISITA AL ENCARCELADO JESÚS. El cardenal Omella ha optado por no visitar a los presos políticos catalanes a pesar de que algunos de ellos, que se confiesan cristianos, le han pedido que los visitara esperando un apoyo humano y cristiano. Pero Omella no ha atendido estas peticiones y se negó a visitarlos. El preso Quim Forn lo recuerda en su libro «Entre togas y rejas» (Enciclopedia). Forn escribió a Omella pidiendo que visitara los presos, pero el cardenal no ha ido nunca. El cristiano Forn lamenta: «El miedo al qué dirán y el querer quedar bien con todos han acabado pesando más que los mensajes que predica, y que contienen los Evangelios: estaba en la cárcel y no vinisteis visitarme». Y Omella, que dice que él no hace política, ha sido aplaudido por el españolismo político, desde el PSOE a VOX.
4. JESUS MALDICE LOS QUE NO VISITAN PRESOS. Omella, a preguntas periodísticas, se ha referido a esta cuestión después de ser elegido presidente de la CEE. Ha tenido contactos «indirectos» con los presos independentistas pero no los ha visitado nunca porque él es «pastor de la Iglesia de Barcelona y en esta archidiócesis no hay las cárceles donde los políticos cumplen pena». Vergonzoso, ¡Omella!. El hoy presidente del episcopado español hace prevalecer el código del derecho canónico por encima del mensaje de Jesús de Nazaret. Vale la pena releer, predicar y practicar la escena del juicio final (Mateo, 25, 31-46), Dios bendice a los que visitan a las personas que están en prisión y maldice a los que no lo hacen. La equidistancia no es posible.
5. OMELLA NO HACE COMO EL PAPA. Dicen, dicen, que Omella sintoniza con el Papa Francisco … pero no hace como él. Francisco visita presos. Omella, no. También hay obispos y abades de Catalunya que visitan presos políticos. Jaume Pujol (entonces arzobispo de Tarragona), Francesc Pardo (obispo de Girona), Xavier Novell (obispo de Solsona), Romà Casanova (obispo de Vic), Josep M. Soler (abad de Montserrat), Octavi Vila (abad de Poblet) figuran entre los que por sentido humano y cristiano han visitado los presos. Ninguno de ellos preside la Conferencia Episcopal Española.