La próxima reunión de la Mesa bilateral entre los Gobiernos de Pedro Sánchez (PSOE / Podemos) y Quim Torra (JxCat / ERC) debería ser en Waterloo, o Lledoners, o el Europarlamento
1. Celebrar una reunión de la Mesa bilateral en Waterloo (Bélgica), Lledoners o el Europarlamento sería un gesto radicalmente democrático y pacificador de los negociadores. Reunirse en uno de estos escenarios no contradice el acuerdo de creación de la Mesa. Al contrario, aceptar la realidad contribuye a la resolución del conflicto político. La realidad de los hechos es que el soberanismo catalán democrático y pacífico tiene exiliados en Waterloo y presos en Lledoners. También podrían reunirse en el Europarlamento. Al fin y al cabo, España y Catalunya forman parte de la Unión Europea.
2. Los negociadores españoles y catalanes deberían equilibrar las dos partes de la Mesa. A un lado está el Gobierno español con políticos impulsores del 155 represor contra Catalunya. Al otro lado está el Govern catalán con exiliados, presos y perseguidos políticos. Negociar en esta situación es muy difícil.
3. El Gobierno español debería adoptar el compromiso público de renunciar a la aplicación del 155 y la represión. Al fin y al cabo, esta es la postura defendida antes de ser ministro por el sociólogo Manuel Castells que reconocía la mayoría del soberanismo catalán y los embates represivos continuos de que es objeto (artículo «Estado plurinacional», publicó el pasado 12 de diciembre a «La Vanguardia»). Seria lamentable que Castells abandonara sus principios democráticos a cambio de una cartera ministerial. El Govern catalán ya ha dejado claro numerosas veces que su objetivo de soberanía / independencia sólo pasa por las vías pacífica y democrática.
4. El unionismo españolista y el soberanismo catalán no se imponen por las armas ni por ningún tipo de violencia. Las urnas son decisivas y su veredicto debe ser respetado. No se exigirá un 70-80% de los votos al soberanismo catalán y sólo un 30-20% de votos al unionismo español, Ni al revés. Un 70-80% de los votos al unionismo y un 30-20% al soberanismo.
5. Otra cuestión es necesario aclarar desde el primer momento. El actual Gobierno español debe explicar si comparte o no la interpretación reaccionaria que PP, Vox y Cs hacen de la Constitución. Debe aclarar si acepta otra interpretación y aplicación de la letra y el espíritu del texto constitucional. La que tiene en cuenta que la Constitución (artículos. 10.2 y 96.1) establece el deber de ser interpretada y aplicada según la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los tratados internacionales que reconocen el derecho de la autodeterminación de los pueblos. La parte catalana, en esta línea, quiere que se respeten los derechos y las libertades de todas las personas y de todos los pueblos.
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