Jesús subversivo o terrorista bajo el régimen español

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Jesús de Nazaret es subversivo o terrorista según lo que el régimen español establezca lo que es terrorismo que no es lo que se entiende en la Europa democrática.

1. Jesús plantea un cambio radical de valores de la sociedad y es profundamente crítico con el sistema judicial imperante. Cabe preguntarse si Jesús y sus seguidores deben ser juzgados y condenados en un estado donde hay exiliados y presos políticos mientras que los exiliados son considerados demócratas, pacíficos y viven en libertad en la Unión Europea.

2. Jesús aconseja a sus seguidores (Mateo 10, 16): «Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos, sed astutos como serpientes y sencillos como palomas».

3. Jesús propone las Bienaventuranzas (Mateo 5. 4-20): «Dichosos los pobres en el espíritu, los que lloran, los humildes, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que trabajan por la paz, los perseguidos por causa de la justicia. Dichosos vosotros cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan contra vosotros toda clase de calumnias (…) Os digo que si no sois más justos que los maestros de la ley y los fariseos no entraréis en el reino del cielo «.

4. Jesús recalca su propuesta en la escena del juicio final (Mateo 25, 41): «Apartaos de mí malditos, al fuego eterno (…) porque tenía hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, era forastero y no me acogisteis, estaba desnudo, y no me vestisteis, estaba enfermo y en la cárcel y no me visitasteis».

5. Jesús es muy duro con los maestros de la ley que son los jueces y los fiscales de hoy. Dice unas palabras demoledoras al pueblo (Mateo 23, 1-34): «Haced y observad todo lo que los maestros de la ley y los fariseos le digan, pero no hagáis como ellos, porque dicen y no hacen (…) Ay de vosotros, maestros de la ley y fariseos (…) Ay de vosotros guías ciegos (…) Estúpidos y ciegos (…) Habéis abandonado las cosas esenciales de la ley: la justicia, el amor y la fidelidad (….) Guías ciegos que colais el mosquito y os tragáis el camello (…) Purificais por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña y codicia (…) Sois como sepulcros blanqueados, de fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda clase de impureza (…) por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de maldad (…) ¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo podeis escapar de ser condenados al infierno? (…) Por eso caerá sobre vosotros la sangre de todos los justos derramada por toda la tierra».

6. Jesús advierte a todos, incluidos los jueces (Mateo 7,1): «No juzguéis y no seréis juzgados. Porque tal como juzguéis seréis juzgados y con la medida que midais seréis medidos».

7. Jesús, lleno de Dios, hombre que pasa por el mundo haciendo el bien … es condenado como malhechor, acusado de subvertir el desorden establecido y de intentar un golpe de estado. Queda bien claro en el rótulo colocado en la cruz que explica el motivo de su crucifixión (Mateo 27, 37): «Sobre su cabeza colocaron un letrero la causa de su condena: Este es Jesús, el rey de los judíos».

8. Pero ni la represión, ni la injusticia, ni ninguna dictadura apagan el deseo de libertad. Pablo escribe (Gálatas 5, 1): «Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Así pues, manteneos firmes, y no se deje someter de nuevo al yugo de la esclavitud «.

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