«Las armas y la represión violenta no aportan soluciones sino que crean nuevos y peores conflictos» (Papa Francisco)
1. Represión española. Represión en Argentina, Birmania, Brasil, Corea, Cuba, Egipto, Ecuador, Guinea, Hungría, Marruecos, Nicaragua, Perú, Rusia, Sudán, Turquía, Uganda, Venezuela, Chile, China … Represión contra las derechos y las libertades de las personas y de los pueblos ... Represión en todas partes, global.
2. Contra la represión institucional hay que resistir. Resistencia pacífica. Es legítima. Por convicción y para no caer en la provocación de los represores que quieren una respuesta violenta. La resistencia pacífica es una primera victoria.
3. «Resistencia y sumisión» es un conjunto de textos escritos por Dietrich Bonhoeffer (1.906-1.945). Fue un pastor luterano y teólogo alemán que se opuso al nazismo y al modelo de iglesia oficial que propugnaba el Tercer Reich. Colaboró activamente con diferentes movimientos de resistencia, tales como la Iglesia confesante, núcleo cristiano que se oponía al antisemitismo y que ayudó muchos judíos a huir. Arrestado y acusado de colaborar con un complot para asesinar a Adolf Hitler, fue ejecutado en el campo de exterminio de Flossenbürg, donde fue colgado pocos días antes del final de la Segunda Guerra Mundial. Entre 1928 y 1929 fue vicario en la Parroquia Evangélica de Barcelona.
4. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia avala el derecho a resistir. Su punto 400 afirma: «Reconocer que el derecho natural fundamenta y limita el derecho positivo significa admitir que es legítimo resistir ante la autoridad si ésta viola gravemente y repetidamente los principios del derecho natural (…) El fundamento del derecho de resistencia es el derecho natural (…) la resistencia a la autoridad mira de confirmar la validez de una visión diversa de las cosas, tanto cuando se busca obtener un cambio parcial, modificando por ejemplo algunas leyes, como cuando se lucha por un cambio radical de la situación (…) Es preferible la vía de la resistencia pasiva, mas conforme a los principios morales y no menos prometedora de éxito «.
5. El Papa Francisco también condena la represión institucional violenta. Lo ha hecho en su reciente viaje de apoyo a tres naciones convertidas en repúblicas independientes en los últimos años: Mauricio, Mozambique, Madagascar. Ha citado un texto de su exhortación apostólica Evangelii gaudium (La joya del Evangelio, de 2013): «Las armas y la represión violenta no aportan soluciones sino que crean nuevos y peores conflictos».