Fray Bartolomé de las Casas, “pare, protector i defensor dels indis”, és autor de “Breve relación de la destrucción de las Indias» (1552). Llibre dedicat al príncep Felip, posteriorment rei Felipe II, denunciant la crueltat dels espanyols a Amèrica.
1. TESTIMONI DE “LAS MAYORES CRUELDADES”. Fray Bartolomé de las Casas es testimoni directe de l’actuació dels conqueridors espanyols contra els indis: “Yo soy de los más antiguos que a las Indias pasaron y ha muchos años que estoy allá. He visto por mis ojos, no leído en historias que pudieran ser mentirosas, y he palpado por mis manos cometer contra aquellas gentes mansas y pacíficas las mayores crueldades y más inhumanas que jamás nunca en generaciones por hombres crueles ni bárbaros irracionales se cometieron, y éstas sin ninguna causa ni razón, sino solamente por la codicia, sed y hambre de oro insaciable de los nuestros”.
2. EL “TIRANO GOBERNADOR”. Fray Bartolomé de las Casas dona detalls de com foren les inhumanes actuacions espanyoles: «Estas actuaciones se han cometido por dos maneras. La una, por las guerras injustas y crudelísimas que contra aquellos indios que estaban sin perjuicio de nadie en sus casas seguros y tierras. La otra, después de haber muerto a los señores naturales y principales personas, poniéndolos en servidumbre, repartiéndolos entre sí de ciento en ciento y de cincuenta en cincuenta, echándolos en las minas donde al cabo, con los increíbles trabajos que en sacar el oro padecen, todos mueren (…) Después de terminadas las guerras y sus muertes, todos los hombres (indios), quedando sobre todo jóvenes y mujeres y niños, (los españoles) se los repartieron entre sí, dando al uno treinta, al otro cuarenta, a otro cien o doscientos según la gracia que cada uno había conseguido del tirano mayor, a quien decían gobernador”.
3. «COMO ANIMALES MALTRATADOS”. Fray Bartolomé de las Casas descriu episodis terribles: “Y el cuidado o atención que (los españoles) tuvieron (de los indios) fue enviar a los hombres a las minas a sacar oro, que es un trabajo intolerable, y las mujeres las tenían en las estancias, que son granjas, a cavar para labrar y cultivar la tierra, que es trabajo para hombres muy fuertes. No daban a unos ni a las otras más comida que hierbas y cosas sin sustancia. Se les secaba la leche de los pechos a las mujeres que habían dado a luz y así murieron en poco tiempo todas las criaturas. Y como los maridos estaban separados, y nunca podían ver las mujeres, cesó entre ellos la procreación. Murieron ellos en las minas, por el trabajo y el hambre, y ellas en las estancias o granjas, del mismo, y así se extinguió tanta multitud de gente de aquella isla [La Española]; y así habrían podido terminar todas las del mundo. Señalar los pesos que les obligaban a cargar, de tres y cuatro arrobas, porque siempre los usaron como bestias de carga. Tenían heridas en los hombros de las cargas, como animales maltratados; y también las palizas, palos, puñetazos, maldiciones y otras mil formas de tormento a que eran sometidos mientras trabajaban”.
4. “AGRAVIOS E INJUSTICIAS”. Fray Bartolomé de las Casas confessa: «Viendo todo eso, yo me moví, no porque yo fuese mejor cristiano que otro, sino por una compasión natural y lastimosa que tuve de ver padecer tan grandes agravios e injusticias a gentes que nunca nos las merecieron”.
(Text dedicat als partits i institucions espanyols del repressiu 155)