El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, noquea a los partidos del 155 (PP, C’s, PSOE, VOX) al solicitar al rey Felipe VI y al Papa Francisco que pidan perdón por los abusos de la conquista colonizadora de España en América. Francisco, como Papa y ya como cardenal Jorge Bergoglio, ha pedido perdón. España, no.

 

1. DERECHO A LA INDEPENDENCIA. Un largo discurso del Papa Francisco (Bolivia, 9 julio 2015), en un encuentro con movimientos populares al que asistió el presidente Evo Morales, tiene plena vigencia. Francesc habló del derecho a la independencia. Dijo: “Los pueblos del mundo quieren ser artífices de su propio destino. Quieren transitar en paz su marcha hacia la justicia. No quieren tutelajes ni injerencias donde el más fuerte subordina al más débil. Quieren que su cultura, su idioma, sus procesos sociales y tradiciones religiosas sean respetados. Ningún poder fáctico o constituido tiene derecho a privar a los países pobres del pleno ejercicio de su soberanía y, cuando lo hacen, vemos nuevas formas de colonialismo que afectan seriamente las posibilidades de paz y de justicia, porque ‘la paz se funda no sólo en el respeto de los derechos del hombre, sino también en los derechos de los pueblos particularmente el derecho a la independencia’.

 2. PETICIÓN DE PERDÓN. Francisco pidió perdón. Dijo: “Digamos ‘no’ a las viejas y nuevas formas de colonialismo. Digamos ‘sí’ al encuentro entre pueblos y culturas. Felices los que trabajan por la paz. Quiero detenerme en un tema importante. Alguno podrá decir, con derecho, que, cuando el Papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia. Les digo, con pesar: se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios. Lo han reconocido mis antecesores, lo ha dicho el CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) y también quiero decirlo. Al igual que san Juan Pablo II, y cito lo que dijo él, pido que la Iglesia ‘se postre ante Dios e implore perdón por los pecados pasados y presentes de sus hijos’. Quiero decirles, quiero ser muy claro, como lo fue san Juan Pablo II: pido humildemente perdón, no sólo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”.

 3. LA IGLESIA CONTRA  LA ESPADA. Francisco se refirió a la acción positiva porparte de sectores de la Iglesia. Dijo: “Junto a esta petición de perdón y para ser justos, también quiero que recordemos a millares de sacerdotes, obispos, que se opusieron fuertemente a la lógica de la espada con la fuerza de la cruz. Hubo pecado, hubo pecado y abundante, pero no habíamos pedido perdón, y por eso pedimos perdón, y pido perdón, pero allí también, donde hubo pecado, donde hubo abundante pecado, sobreabundó la gracia a través de esos hombres que defendieron la justicia de los pueblos originarios”.