Amo el color amarillo
los amarillos ojos del gato
el sol en su ocaso prodigioso
las manchas amarillas de la luna
el ocre derramado sobre el agua.
Amo el aroma de las rosas amarillas
los girasoles gigantes de Van Gogh
ese amarillo de la piel asiática
y el vestido de la fiesta adolescente
con que conquisté miradas.
Quiero cantarle una oda al amarillo
como lo hace Neruda al verde
amarillo de amar
amar de amar
de linfa fresca
de linfa coagulada.
Cantar a mi madre que ya no canta
y camina por una senda amarilla
con dolor amarillento de tiempo
y años desvanecidos.
Rosa se llama
y me roza el alma verla partir
perderla
como el vuelo herido de las tórtolas
en nubes desfiguradas.
Se me está yendo
se va
entre nochebuenas amarillas
y un frío matiz de invierno.
Amarillo:
me gustaría que fueras
el color de la esperanza…
(L’autora d’aquest poema es l’escriptora mexicana Andrea Montiel)