El manifiesto de 400 sacerdotes de Catalunya a favor del referéndum de autodeterminación ha sido enviado al Vaticano con una carta dirigida al Papa Francisco.
1. El manifiesto y la carta de los sacerdotes ha disgustado y ha provocado preocupación en el Palacio de la Moncloa. El Papa, sin embargo, da buena acogida al planteamiento cristiano, eclesial y cívico de los sacerdotes y rechaza la represión emprendida por el presidente Mariano Rajoy porque el diálogo siempre debe prevalecer sobre las acciones represivas.
2. La carta a Francisco dice: «Se ha hecho pública la protesta del Gobierno español ante la Santa Sede por esta iniciativa nuestra en defensa de los derechos legítimos de nuestro pueblo, que se suma a los comunicados de los obispos catalanes, los abades y las abadesas de Catalunya y de numerosas entidades cristianas, y por este motivo, le pedimos fraternalmente que pida al Gobierno de España, públicamente o mediante vías diplomáticas, que revise su visceral oposición a este referéndum reclamado por el 80% de la población y cese sus actuaciones represivas, y así permita al Govern de Catalunya, legitimado por el Parlament catalán, proceder con garantías en la realización de esta consulta el próximo domingo, 1 de octubre «.
3. Francisco es muy sensible a los derechos de las personas y de los pueblos. Habló de ello en el II Encuentro Mundial de los Movimientos Populares que se celebró en julio de 2015 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Francisco dijo: «Los pueblos del mundo quieren ser artífices de su propio destino. Quieren transitar en paz su marcha hacia la justicia. No quieren injerencias ni ser tutelados donde el más fuerte subordina al más débil. Quieren que su cultura, su idioma, sus procesos sociales y tradiciones religiosas sean respetados. Ningún poder fáctico o constituido tiene derecho a privar a los países pobres del pleno ejercicio de su soberanía y, cuando lo hacen, vemos nuevas formas de colonialismo que afectan seriamente las posibilidades de paz y de justicia, porque «la paz se fundamenta no sólo en el respeto de los derechos del hombre, sino también en los derechos de los pueblos particularmente el derecho a la independencia (Pontificio Consejo Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 157)».
4. El Papa Francisco, los 400 sacerdotes catalanes y tantas entidades cristianas están en línea en el que estableció el buen Papa Juan XIII en su encíclica Pacem in Terris (1963). «Los hombres de todos los países o son ya ciudadanos de un Estado independiente, o están a punto de serlo. No hay ya comunidad nacional alguna que quiera estar sometida al dominio de otra. Porque en nuestro tiempo resultan anacrónicas las teorías, que duraron tantos siglos, por virtud de las cuales ciertas clases recibían un trato de inferioridad, mientras otros exigían posiciones privilegiadas, debido a la situación económica y social, del sexo o de la categoría política».