Las razones del soberanismo catalán democrático y pacífico así como el cinismo tramposo de unionistas y equidistantes entre urnas y represión es analizado de forma impactante en «Baixar de la tribuna» (Bajar de la tribuna), artículo de Eduard Voltas, en www.elmon.cat. Ningún periódico nacional español (Abc, La Razón, El Mundo, El País, El Periódico, La Vanguardia …) publica editoriales como éste. ¡Menos mal que existen las redes sociales!
1. Parece que nos hemos de sentir sucios por la tramitación de urgencia de la Ley del Referéndum. Con la presidenta del Parlament y la mayoría de la Mesa imputadas por el simple hecho de permitir un debate, con un ex president y tres ex consellers inhabilitados por convocar una consulta sin efectos jurídicos, con medio Gobierno pasando por el cuartel de la Guardia Civil en unos interrogatorios que no se sabe quién los ha ordenado, con todos los interventores de la Generalitat amenazados por carta de perder el trabajo según qué gasto autoricen, con más de 2.000 alcaldes y concejales arriesgando penas de cárcel si colaboran con un referéndum pacífico, con las entidades acosadas a base de multas, y después de cinco años de fabricación de pruebas falsas contra los políticos independentistas desde el Ministerio del Interior, resulta que los que nos debemos sentir sucios y culpables somos nosotros por una reforma del reglamento del Parlament.
2. Cuesta de digerir tanto cinismo: miran hacia otro lado cuando caen las bombas, y se escandalizan si la población civil baja a los refugios para protegerse. Estamos asistiendo a sobreactuaciones realmente destacables: ¡tramitan la ley por procedimiento de urgencia! ¡Golpe de estado! ¡Atentado a la democracia! Hace siete años que estamos regidos por un Estatut que no es el que votó el pueblo sino el que decidieron ocho magistrados del TC, y en cambio ¿hemos de creer que el golpe de estado es una reforma del reglamento del Parlament que lo deja en una fotocopia exacta del del Congreso de Diputados? Hace seis que se aprobó por el procedimiento de urgencia nada menos que una reforma de la Constitución para priorizar el pago de la deuda por delante de las escuelas, los hospitales y los servicios sociales, y hemos de escuchar a los mismos que la promovieron decir ahora que las leyes importantes no se pueden tramitar de urgencia?
3. Era de esperar que el adversario, al comprobar que por la vía de los argumentos no tenía posibilidad de victoria, optara por ensuciar definitivamente el partido. El estado ha pisado el acelerador de la represión y el frente mediático ha pisado el acelerador de la manipulación y la mentira. Nada que no fuera previsible, teniendo en cuenta la forma como el estado español ha afrontado sus crisis territoriales a lo largo de la historia. Por desgracia, los catalanes no tenemos delante Canadá, el Reino Unido o cualquier otra democracia avanzada, y toca jugar en un campo embarrado, contra un equipo que sólo hace entradas a la altura de la rodilla y con un árbitro comprado. No estaría mal que algunos de los que lo miran desde la tribuna bajaran de una vez al campo a ayudar un poco. Esto comenzó que nos jugábamos la independencia, pero ahora también nos jugamos la democracia.
(Traducción de «Baixar de la tribuna» (Bajar de la tribuna), de Eduard Voltas, a www.elmon.cat)