Los artículos del jesuita José Ignacio González Faus contra el soberanismo catalán, no el español, son como los textos insultantes de Gregorio Morán, las diarreas de Albert Boadella, y los discursos ultras del cura Custodio Ballester.
1. González Faus quizás pierde facultades debido a su avanzada edad de 85 años. Compañeros suyos dan otra explicación. González Faus no comprende la cuestión catalana, a pesar de que nació en Valencia y ha vivido casi siempre en Catalunya. No entiende que haya una mayoría soberanista en el Parlament, ni las multitudinarias manifestaciones en la calle, ni que gran parte de la ciudadanía quiera urnas el 1 de octubre como indican las encuestas.
2. La postura de González Faus es tan delirante que comienza un artículo, de 26 de julio, de manera infernal. Escribe: «Hay profecías que se hacen para que no se cumplan y con el deseo expreso de que no se cumplan. Una de ellas es la que intitula estas líneas: el próximo 1 de octubre habrá muertos. Y ademàs, para mayor dolor, muertos que no servirán para nada». Insiste el final: «En una situación así será muy difícil que no acabe habiendo muertos». Dos grandes españoles como Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera no lo hubieran dicho mejor desde sus tumbas del faraónico y nacionalcatólico Valle de los Caídos.
3. El jesuita González Faus, con sus artículos políticos que crean un clima mortuorio, es responsable de lo que pueda pasar. De momento, el president Carles Puigdemont ha recibido una nueva amenaza de muerte, en esta ocasión extensiva a su familia.
4. Aplicando la frívola lógica de González Faus puede escribirse: «Hay profecías que se hacen para que no se cumplan y con el deseo expreso de que no se cumplan. La profecía señala que leer artículos de González Faus mata».
5. González Faus prosigue su serie de artículos insultantes hacia los soberanistas demócratas y pacíficos. Hace días escribió en La Vanguardia, ¡como no !, que Lluís Llach tiene una forma franquista de hacer política. Ahora acusa a los soberanistas de ceguera, de obstinación, de talibanes, irracionales, chantajistas, sadomasoquistas, rabiosos, de actuar sin escrúpulos. No todos los miembros de la Compañía de Jesús piensan así y emplean este lenguaje. El jesuita Jaume Botey, en octubre de 2014, escribió una carta pública a Gonzalez Faus sobre Catalunya y el soberanismo. Botey apelaba al «necesario respeto a los individuos y los colectivos, al rechazo de cualquier expresión, forma o actitudes de menosprecio o humillación y la defensa de la libertad de expresión».
6. González Faus, debido a sus 85 años de edad y a su formación humanista y teológica, debería saber y aceptar que promover los derechos y las libertades de las personas y de los pueblos no mata. Lo que mata es ir contra estos derechos y estas libertades. Estar a favor de las urnas no mata. Lo que mata es destruir las urnas. Hay que elegir entre urnas y represión. La equidistancia es imposible. Mostrarse equidistante, como pretende González Faus, es alienarse con los represores, la guerra sucia y las cloacas del estado.