Màrius Carol, director de «La Vanguardia», muy bien visto por la Zarzuela y la Moncloa, escribe el artículo «Turbulencias» y publica la editorial «La exclusión de los moderados». Textos despectivos con el soberanismo catalán. Recuerdan a Luis M. de Galinsoga, aquel director de «La Vanguardia Española» impuesto por el dictador Francisco Franco.
1. Carol, como la caverna mediática, escribe «separatismo» y no «soberanismo». Lo hace escogiendo un texto de Agustí Gaziel que fue director del diario de los Godó también en tiempos turbulentos. Elige un texto intentando demostrar que el diario que dirige es ejemplo de moderación. Pero ya hace tiempo, noviembre de 2013, el periodista Francesc-Marc Àlvaro advirtió: «Gaziel, tras predicar incansablemente la reforma y la concordia, murió profundamente desengañado y descreído sobre España y sus clases dirigentes. Sus textos de posguerra lo demuestran. Murió siendo muy poco ‘moderado’, a ojos de los que ahora dan carnés de ‘moderación'».
2. El sectarismo del responsable de «Turbulencias» y «La exclusión de los moderados» es evidente. Descalifica el Govern de Catalunya y es comprensivo con el Gobierno de España. Afirma: «El Gobierno español utiliza todos los mecanismos constitucionales a su alcance». «La Vanguardia» moderada y sus cómplices consideran constitucional utilizar mecanismos como amenazar, inhabilitar políticos demócratas, afinar fiscales, manipular el Tribunal Constitucional, impedir votar, emplear las cloacas del estado, practicar guerra sucia, imponer un régimen basado en la guardia civil y sin urnas, descalificar a la ciudadanía que propugna el soberanismo democrático y pacífico al considerar que Catalunya debe ser tan soberana como lo es España.
3. El divorcio creciente de «La Vanguardia» de ahora con amplios sectores de la sociedad catalana recuerda el divorcio que se produjo en 1960. En aquella ocasión, Galinsoga proclamó que «todos los catalanes son una mierda» cuando se enfrentó groseramente contra mosén Josep Maria Aragonés i Rebollar que había predicado en catalán en la misa dominical en la parroquia de Sant Ildefons. El incidente provocó un boicot de lectores y suscriptores a «La Vanguardia Española» y la posterior caída del director.
4. El sacerdote Aragonés acaba de morir a los 91 años. Su esquela, los textos «Turbulencias» y «La exclusión de los moderados» se publican el mismo día, 15 de julio, en el diario. En un tuit del día 14, el president y periodista Carles Puigdemont escribe sobre mosén Aragonés: «Siempre honraremos su fidelidad a nuestro país, eb pie y digno ante los Galinsoga deentonces y los que han venido después. DEP».
5. Mientras Màrius Carol hace bromitas. Concluye u artículo: «De momento, algunos consellers , viendo lo que se avecina, han decidido irse a casa y ver el final por televisión». Quizás Carol, guardando bien su patrimonio, verá el final, el del trofeo Conde de Godó, en compañía de su protectora Soraya Sáenz de Santamaría y de Javier de Godó. Al fin y al cabo, el buen periodista y buena persona Jaume Arias dijo un día con su discreción habitual: «A Màrius le gusta mucho el dinero».