«Hemos llegado a un punto en el que la razón no importa tanto como la fuerza». Es la primera afirmación de un artículo que acaba con un interrogante: «¿Es que todo se ha hecho bien desde que Artur Mas invocó la voluntad de un pueblo en noviembre del 2012? ¿Todo?»
1. Pregunta y interrogante forman parte del artículo «Fuerza, razón y responsabilidad» que Lluís Foix, hombre importante en el Grupo Godó, publica en www.foixblog.com. Siguen algunas consideraciones.
2. ¿Lo hacen todo bien los medios de comunicación españoles como «La Vanguardia» en el asunto España / Catalunya? El diario de los Godó propugna la llamada tercera vía como han hecho o hacen la difunta Unió del fracasado Josep Antoni Duran Lleida, o el PSC de Miquel Iceta más dependiente que nunca del PSOE, o el Círculo de Economía sin el prestigio de otros tiempo. La tercera vía defiende la soberanía española con una Catalunya como una especie de región autónoma y está en contra de la soberanía catalana.
3. «La Vanguardia» y la tercera vía se autopresentan como ejemplo y depositarios del diálogo. Pero «La Vanguardia» y la tercer vía no tienen el monopolio del diálogo. El soberanismo catalán demuestra cada día que es dialogante, democrático, pacífico y que quiere un entendimiento en igualdad de condiciones con el soberanismo español. Las querellas, los fiscales afinados y las amenazas de todo tipo sólo vienen del ámbito unionista. El Gobierno español y los que lo apoyan (PP, PSOEPSC, Ciudadanos, putaramonetismo de Colau/Comuns) son partidarios de la razón de la fuerza, no de la fuerza de la razón.
4. El unionismo gubernamental, parlamentario, mediático y económico plantea un juego tramposo. La trampa consiste en invitar al president y al Govern de Catalunya para que se expliquen en el Congreso de Diputados. La parte catalana, sin embargo, ya haido varias veces al Congreso. Inútilmente. Catalunya, incluso en la hipótesis de que hubiera un cien por ciento de acuerdo interno, sólo tiene el 16% de representación en el Congreso por lo que siempre estará en minoría para defender los derechos y las libertades nacionales de Catalunya.
5. Hay una salida a este laberinto. Una salida política. La celebración del referéndum es legítimo, legal, jurídicamente exigible al Estado. Así consta en el «Manifiesto de juristas a favor del derecho de los ciudadanos de Cataluña a celebrar un referéndum para decidir el futuro político de Cataluña». Nadie ha desmontado los sólidos argumentos de este Manifiesto.