«Quien traiciona al pobre, traiciona a Cristo» es una frase de Fidel Castro en los primeros años de la revolución cubana. Así consta en el prólogo de «Fidel y la religión» escrito por Armando Hart, ministro castrista de Educación 1959/1965 y de Cultura 1976/1997). El libro es una larga conversación entre el comandante Fidel y el fraile dominico brasileño Frei Betto (Ambos en la foto en un encuentro reciente)
La figura de Castro simboliza la liberación nacional y social del pueblo contra la dictadura de Fulgencio Batista que es un títere del prostituido imperialismo estadounidense. Pero el envejecido comandante Fidel deja una Cuba sin elecciones libres y democráticas como cualquier dictadura. Este Fidel Castro contradictorio recibe el homenaje de la monarquía española y del conglomerado de Colaus, Podemos y Cupaires. El Castro marxista y ateo, sin embargo, da una lección a antieclesiales sectarios porque se muestra comprensivo con el cristianismo y la dimensión religiosa de la condición humana.
Todo esto se explica en el libro «Fidel y la religión». Armando Hart escribe en el prólogo: «Un católico militante de profunda fe cristiana (el sacerdote Frei Betto) y un dirigente comunista (Fidel Castro), bien conocido por su indeclinable posición de principios, encuentran tema para un amplio diálogo y, cuando termina el intercambio, ambos se sienten más seguros de sus propias convicciones y más interesados en estrechar y profundizar relaciones en la lucha política práctica «. También explica: «El dogma tan predilecto de los reaccionarios sobre la imposibilidad de entendimiento entre cristianos y comunistas cae por tierra. Este libro muestra la posibilidad y la urgencia de un entendimiento humano y profundo entre todos aquellos que luchan honradamente a favor de los pueblos, cualquiera que sean sus ideas sobre Dios y la religión».
Fidel Castro regaló «Fidel y la religión» a Francisco en su encuentro del 20 de septiembre de 2015 en La Habana. El libro fue escrito hace 31 años, en 1985, cuando el comandante Fidel estaba en su plenitud existencial. Tenía 59 años.
(Traducción del texto publicado en www.tribunacatalana.cat)