Josep Antoni Duran Lleida ha dejado que hubiera rumores hasta el último momento sobre la posibilidad de que su viejo sueño de convertirse en ministro se convirtiera en realidad. Aunque fuera en un Gobierno tan españolista, derechista y contrario a los derechos de Catalunya como el de Mariano Rajoy. Todo era posible. Al fin y al cabo, la fracasada tercera vía duranista y el Gobierno español comparten el objetivo de que fracase el proceso soberanista catalán democrático y pacífico. Los rumores, sin embargo, no han terminado. Duran tiene una excelente sintonía con Rajoy y puede ser el futuro embajador de España en el Vaticano. El objetivo sería y es dinamitar la relación entre el Vaticano y Catalunya. Se abre así un pulso subterráneo entre el hombre del Ritz y Jorge Fernández Díaz para ver quién se va una temporada a Roma. El afinador de fiscales y José Manuel García Margallo dejan de ser ministros de Interior y de Exteriores pero continuarán bien colocados como activistas a las órdenes del presidente Rajoy en su gran objetivo de esta legislatura que es hacer todo lo posible para dinamitar el soberanismo. Duran es experto dinamitero. Él es el principal responsable de la voladura de un partido como Unió Democràtica de Catalunya que ha quedado reducido a cenizas. Rajoy cuenta con el apoyo del tripartito españolista PP/PSOE/Ciudadanos, de un Tribunal Constitucional a la turca, de grupos de presión económica y de la prensa españolista de allí y de aquí. El soberanismo cuenta con la gente, las instituciones catalanas y las urnas.