El president Carles Puigdemont realiza una interpretación soberanista de la homilía del arzobispo Juan José Omella en la misa de la festividad de la Mercè

               Uno de los párrafos de la homilía de Omella dice: «Muchas personas me preguntan cómo veo la situación social y política de nuestra tierra catalana. Sólo pido que los gobernantes junto con la sociedad civil (empresarios, intelectuales, educadores, juristas y todos aquéllos y aquéllas que tienen alguna responsabilidad e influencia social y política) trabajen por el bien común y por la construcción de una sociedad más unida, más libre y más justa. Para ello hay que unir fuerzas. Todos unidos podremos más que separados. No deberíamos excluir a nadie en esta tarea de crear puentes, de atender las demandas sociales empezando por los pobres y necesitados, de establecer ámbitos de cultura, de formación en valores morales».

               A quién o a qué se refiere el arzobispo cuando dice que «todos unidos podremos más que separados»? ¿A la unidad de España? ¿A la unidad del pueblo catalán en sus legítimas reivindicaciones nacionales?

               Puigdemont ha hecho una interpretación de la homilía de Omella en un tuit con su habitual lenguaje claro y catalán. Afirma: «El arzobispo Omella apela con razón a trabajar unidos por una sociedad más libre y más justa. Juntos por la libertad y la justicia».

               Un comentario a este diálogo entre la homilía arzobispal y el tuit presidencial. Sería bueno en la actual situación política que los obispos de Catalunya recordaran a los católicos, y en general a la ciudadanía, que la Doctrina Social de la Iglesia defiende el respeto a los derechos y las libertades de las personas y los pueblos.

               (Traducción del texto publicado en www.tribunacatalana.cat)