La maestría cristiana, eclesial y cívica de Antoni Deig (Navàs, 1926 / Manresa, 2003), que fue obispo de Solsona, se mantiene vigente cuando este 12 de agosto se cumplen 13 años de su muerte.
1. Uno de los ejes clave de la tarea episcopal de Antoni Deig fue el que la Iglesia católica en Catalunya será catalana o no será. Algunos creyentes, teólogos, descreídos, políticos y agnósticos pueden sorprenderse, incluso escandalizarse, de esta afirmación. Pero el obispo Deig dio las explicaciones pertinentes a «Qüestions de Vida Cristiana» (número 179; 1995).
2. Deig compara la Iglesia catalana y la Catalunya cristiana. Explica: «Aunque un día el país llegara a prescindir de la Iglesia, la Iglesia no podrá prescindir nunca del país, si no quiere dejar de ser fiel a su misión. Por ello, es más plausible decir, como lo ha hecho un clérigo barcelonés, que ‘la Iglesia en Catalunya será catalana o no será’, que no la frase atribuida al obispo Torras i Bages ‘Catalunya será cristiana o no será» .
3. El otro gran argumento de Deig es que la catalanidad es compatible con la catolicidad y que ambas dimensiones derivan de la encarnación que es una característica sustancial del mensaje cristiano. Argumenta: «La catalanidad de la Iglesia no es ninguna opción coyuntural o estratégica, sino que responde a una ley básica del cristianismo: la ley de la encarnación. La Iglesia es católica, es decir, universal, no lo es porque prescinda de todo, sino porque lo asume todo. No lo es porque sea abstracta, sino porque es concreta y local. En Catalunya, la Iglesia debe ser catalana y cuanto más catalana sea, más universal será».
4. Por todos estos motivos, el obispo Deig fue un firme defensor de la necesidad de dotar a la Iglesia en Catalunya de estructuras propias, arraigadas en el pueblo. Propugnaba una Conferencia Episcopal Catalana de la misma manera que la Iglesia en España tiene su Conferencia Episcopal Española.