El abad de Montserrat está preocupado por Catalunya

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Regió7 publica una magnífica entrevista al abad de Montserrat, Josep Maria Soler. El abat está preocupado por Catalunya.

Tres preguntas del diario versan sobre la situación política catalana. El abat contesta: «Me preocupa la situación de Catalunya. Veo la dificultad de sumar, y me viene a la cabeza una frase de san Benito, patrón de Europa. Dice que no debemos buscar lo que me conviene a mí mismo o a mi grupo, sino lo que conviene a la colectividad, a la mayoría; y eso nos falta. Me preocupa el peligro de crear una división dentro de la sociedad, y la solución pasa por el mismo consejo de san Benito: buscar más el bien común (…) Por las votaciones que se han hecho, se ve que hay algo más un cincuenta por ciento en un lado y un poco menos en el otro. Si esto no se sabe gestionar, y viendo lo que ha pasado en otros lugares, puede llevar a una división. Un monje que fue a Inglaterra el domingo después del Brexit me contaba que por la mañana fue a misa a una iglesia católica, y allí oraron para que el Brexit no supusiera la división de la sociedad inglesa, y por la tarde fue a vísperas a una iglesia anglicana, y allí oraron por lo mismo, para que el resultado del referéndum había sido muy igualado (…) La cuerda está más tensa que antes. La situación me preocupa porque tiene consecuencias a nivel humano, de prestación de los servicios sociales. ¿El mensaje de Montserrat? Sentaos, hablad y buscad lo que conviene al conjunto, más que lo que puede ser un interés de parte».

Las declaraciones del abad Soler provocan una serie de preguntas.

1. ¿Todas las partes implicadas en el proceso soberanista tienen la misma responsabilidad respecto de una hipotética división de la sociedad, o unos son más responsables que otros?

2. ¿Quién divide? ¿La parte que quiere dialogar, o la parte que se niega sistemáticamente a hacerlo?

3. ¿Quien divide? ¿Quien plantea una vía democrática similar a las de Quebec y Escocia, o quien se opone a esta vía dialogante, civilizada, democrática y pacífica?

4. ¿Quién divide? ¿Quien pone las urnas en la calle para conocer la opinión de la ciudadanía, o quien persigue a los demócratas que ponen las urnas y los llevan a los tribunales como delincuentes?

5. ¿Quien divide? ¿Quienes propugnan las libertades y los derechos de las personas y de los pueblos, o quienes no reconocen estos derechos y libertades?

6. ¿Quién divide? ¿Quiénes propugnan sus objetivos políticos por la vía pacífica, o quienes no dejan propugnar estos objetivos aunque sea pacíficamente?

7. ¿Quién divide? ¿Quienes defienden la soberanía catalana dando la cara, o lquienes conspiran a escondidas tal como reflejan las conversaciones del todavía ministro del Interior y del anterior jefe de la Oficina Antifraude?

8. ¿Qué responsabilidad tienen los medios de comunicación, de aquí y de allí, incluida la radio y la televisión de la Conferencia Episcopal Española, que tergiversan el planteamiento soberanista catalán pacífico y democrático?

9. ¿Qué responsabilidad tiene la Iglesia, sobre todo el episcopado, que en estos momentos cruciales no explica que la Doctrina Social de la Iglesia defiende los derechos y las libertades de las personas y de los pueblos como Catalunya?

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