La catalana rumana Marcela Topor, esposa del president Carles Puigdemont, fue recibida con gritos de ¡in-inde-independencia!, ¡Visca Cataluya lliure!, ¡Visca el president! ¡Visca El Punt/ Avui!
1. Sucedió en el Ateneu Barcelonès donde cada semana se reúne la cincuentena de miembros del Grupo Cruïlla en un almuerzo coloquio. Marcela Topor fue presentada por Xavi Xirgo, director de El Punt/Avui. Ella huye de los actos oficiales y todo protagonismo según Xirgo, pero hace alguna excepción como la de este encuentro atenístico.
2. Marcela Topor es una mujer joven de convicción democrática y con un gran bagaje cultural. Al llegar a Catalunya hace unos años descubrió un país que le era desconocido. Una Catalunya fascinante. Se enamoró de su gente, de su manera de ser, de sus paisaje. Quiso aprender de inmediato el catalán. Toda persona civilizada quiere aprender la lengua del pueblo al que se incorpora. Ejerce el periodismo. Dirige la revista «Catalonia today». Uno de los comensales, el ex consejero Joan Guitart, agradeció a Marcela Topor su labor en esta publicación cuyo objetivo es explicar en inglés la realidad catalana al mundo.
3. A la comida se recordó que Carles Puigdemont, de joven, había pasado días de algunos veranos en Poblet. Allí conoció al entonces abad Maür Esteva. Un día de agosto de 2013 se reencontraron en una comida de amigos en Girona. Esteva, ya era abad emérito, y Puigdemont era alcalde. En la sobremesa, el abad comentó: «Carles sería un buen president, ¿verdad?». El abad Esteva murió un año después. Pero su profecía se ha cumplido. Dos años y unos meses después de aquel encuentro gerundense, Carles Puigdemont es president de Catalunya. Como había intuido el abad, Puigdemont será un gran presidente. De hecho, ya es un gran president.
4. Marcela Topor quedó muy contenta del ambiente dialogante del Ateneo. Se le dijo que fuera interesante que volviera en otra ocasión en Cruce. Ella confesó que «espero venir otro día y que Cataluña sea un país independiente».