Enric Juliana, uno de los cuatro directores adjuntos de «La Vanguardia», ha sido premiado por su labor en la información política. Este premio es compatible con su trabajo de censor. El galardón «Micrófono de los Informadores» es concedido por la Asociación Profesional Española de Informadores de Prensa, Radio, Televisión e Internet (11 de junio 2016). El ahora galardonado Juliana censuró tres artículos del firmante. «Un artículo éticamente indecente de Zarzalejos» (15 de diciembre 2013), «Discrepancias catalanas con el portavoz episcopal español» (13 de enero 2014), «El príncipe, el pueblo y Dios» (20 de febrero 2014). Los textos debían haberse publicado en el blog In saecula saeculorum de «La Vanguardia» pero Juliana les retiró. Al producirse la tercera censura en dos meses, el firmante decidió desvincularse de «La Vanguardia», un diario que permite el ataque a la libertad de expresión en sus páginas a pesar de que la defiende  en sus editoriales. El diario tampoco acepta ser criticado pesar de que cada día publica una sesión de crítica a las televisiones que no sea 8TV del Grupo Godó. Entonces Enric Juliana estalla. ¡Bom! Escribió este tuit: «Descansa @orioldomingo que la bilis te hará daño». ¿Bilis? Tranquilo, Enric, tranquilo. Los artículos censurados, sin embargo, se han publicado con total libertad en otra web. En la sección In saecula saeculorum de la nueva web www.avantguarda.cat. Los viejos periódicos ya no tienen el monopolio periodístico de la información y de la opinión.